Durante este fin de semana buena parte de la población dominicana estuvo atenta a la apelación de los imputados por sobornos de Odebrecht y que se escenificó en la Suprema Corte de Justicia (SCJ).
Allí ocurrió una de las cosas que podían pasar, que era modificar la decisión del Juez Especial de la Instrucción, también miembro de la SCJ, Francisco Ortega Polanco. Y resulta interesante, pues estas decisiones están siendo consideradas por los magistrados del más alto tribunal de justicia del país.
Y justo aquí hay un punto. Las ponderaciones de la magistrada presidenta de la Segunda Sala Penal, Miriam Germán Brito, deja un gran desafío al Ministerio Público en la armadura del expediente acusatorio para el juicio de fondo.