«O firmo ambos proyectos o no firmo ninguno», señaló Rosselló a un grupo reducido de medios de comunicación, entre ellos Efe, en la Asociación Nacional de Gobernadores en Washington.
El gobernador respondió así a las dudas que han surgido en las últimas horas sobre estas propuestas legislativas, especialmente después de que los senadores estadounidenses Bernie Sanders y Elizabeth Warren, también precandidatos presidenciales demócratas, criticasen el proyecto de libertad religiosa.
«Nuestras leyes como sociedad deberían tener como objetivo terminar con la discriminación, no permitirla. El proyecto de ley aprobado en la Cámara de Representantes de Puerto Rico pondría a la comunidad LGTBQ de puertorriqueños en riesgo de ser discriminados», apuntó Sanders en su cuenta oficial de Twitter.
La comunidad LGTBQ y varias organizaciones civiles han denunciado una disposición de la propuesta de ley que permitiría a los empleados gubernamentales no atender a cualquier ciudadano si considera que va en contra de sus creencias religiosas.
Pese a las críticas, Rosselló consideró que la legislación, que aún debe ser autorizada por el Senado de Puerto Rico, «no permite discriminar».
De hecho, defendió que ambos proyectos son resultado del trabajo conjunto de las comunidades religiosas y del colectivo LGTBQ de los últimos meses.
La Cámara de Representantes de Puerto Rico aprobó este martes el proyecto de libertad religiosa, presentado por la legisladora María Milagros Charbonier.
Varios artistas, como Ricky Martín, han criticado esa medida al considerar que permite «la separación, el prejuicio, el odio y la falta de respeto a la individualidad».
El cantante consideró que el proyecto legislativo «tergiversa el derecho constitucional a no discriminar por raza, sexo o creencia, y en su lugar, justifica una protección irracional a las convicciones religiosas de los empleados del Gobierno».
Para que Rosselló esté dispuesto a firmar esta ley será necesario que el Legislativo también apruebe una propuesta que busca prohibir las «terapias de conversión» a menores.
Según sus promotores, el proyecto prohíbe que profesionales de salud mental sometan a un menor a terapias «reparativas» sobre identidad sexual que sean contrarias a la voluntad del paciente o que supongan un atentado contra la dignidad humana.
Por EFE
