EL NUEVO DIARIO, LONDRES.- Los ministros de Exteriores del G7 urgieron este miércoles a Rusia y China a respetar los derechos humanos, actuar acorde al orden internacional y contribuir a los esfuerzos globales para proteger el medioambiente.
En el documento con las conclusiones de su reunión presencial de dos días en Londres, el G7 recalcó su preocupación por los abusos en la provincia china de Xinjiang y la existencia de campos de «reeducación política», mientras acusó a Moscú de «minar sistemas democráticos de otros países».
Los representantes del G7 -Reino Unido, Estados Unidos, Canadá, Francia, Alemania, Italia, Japón y la Unión Europea (UE)-, que han abordado asimismo la recuperación tras la pandemia y el suministro global de vacunas, destacaron el valor de su alianza para «dar forma a un futuro más limpio, más libre y más justo para el planeta».
Los diplomáticos se muestran «profundamente preocupados por la situación de los derechos humanos en Rusia», al tiempo que condenan el comportamiento «irresponsable» y «desestabilizador» de Moscú, en particular por el envío de tropas militares a la frontera con Ucrania y la «anexión ilegal» de Crimea.
Expresan al mismo tiempo su interés en forjar relaciones «estables y predecibles» con Rusia, pero subrayan su compromiso por «impulsar las capacidades colectivas» de los países aliados en el G7 para «disuadir» sus actuales comportamientos, que «amenazan el orden internacional basado en normas».
Respecto a China, los ministros del Grupo de los Siete (las economías más desarrolladas) más la UE desean que el país asiático participe «de manera constructiva» en la escena internacional, «como gran potencia y economía, con una avanzada capacidad tecnológica».
«Es del interés de todos, incluido el de China, tomar medidas contra los retos globales, incluido el cambio climático y la pérdida de biodiversidad», señalan las conclusiones del encuentro.
También se destaca la importancia de la cooperación con Pekín para «promover la recuperación económica tras la covid-19, respaldar la lucha contra la actual pandemia y prevenir otras futuras».
Al abordar el suministro de vacunas contra el coronavirus, los ministros subrayan su compromiso con un sistema «abierto, transparente y multilateral», y recalcan la importancia del mecanismo COVAX para facilitar el acceso a dosis a países en vías de desarrollo.
«Reafirmamos nuestro compromiso para lograr una recuperación inclusiva y sostenible» tras la pandemia, indican los asistentes a la cumbre, que expresan la necesidad de tomar medidas para proteger de manera especial a «países y poblaciones vulnerables».
Los países del G7 insisten asimismo en que la Organización Mundial de la Salud (OMS) debe continuar desarrollando un «papel central» en las medidas de seguridad sanitaria globales.
Hacen además explícito su respaldo a la participación de Taiwán en foros de la OMS, pese a la oposición de China.
En dicho conclave participaron, de izquierda a derecha: El ministro de Asuntos Exteriores de Canadá, Marc Garneau; el ministro de Asuntos Exteriores de Reino Unido, Dominic Raab; el ministro de Asuntos Exteriores de Japón, Toshimitsu Motegi; el alto representante europeo de la Unión para Asuntos Exteriores, Josep Borrell; el ministro de Asuntos Exteriores de Italia, Luigi Di Maio; el secretario de Estado de EEUU, Antony Blinken; el ministro de Asuntos Exteriores de Alemania, Heiko Maas, y el ministro de Europa y Asuntos Exteriores de Francia, Jean-Yves Le Drian, sentados durante las conversaciones de la reunión de ministros de Asuntos Exteriores del G7 en Londres, Reino Unido, 4 de mayo de 2021.
