EL NUEVO DIARIO, MONTENEGRO.- Milo Djukanovic, candidato proeuropeo del gubernamental Partido Democrático de los Socialistas (DPS), lidera con el 53,5 % la primera vuelta de las elecciones presidenciales celebradas hoy en Montenegro, según las primeras proyecciones del escrutinio.
Los cálculos de la organización no gubernamental CeMI, emitidos por la televisión pública RTCG, se basan en el 68,4 % del recuento.
El candidato de la mayoría de las formaciones opositores, entre ellas las prorrusas, Mladen Bojanic, obtendría un 34,1 %, según esas estimaciones.
Por primera vez en la historia de Montenegro una mujer se presentó como candidata a la jefatura del Estado, Draginja Vuksanovic, del opositor Partido Socialdemócrata (SDP), que obtendría el 8 % de votos, según datos de CeMI.
La participación fue del 64 %, según CDT, otra de las ONG que supervisó las elecciones en el pequeño país de 630.000 habitantes.
Esta votación es la primera desde que Montenegro se unió a la OTAN el año pasado y era una prueba para Djukanovic, ex primer ministro y expresidente que favorece la integración europea frente a vínculos más estrechos con un aliado tradicional como Rusia.
Djukanovic, el político dominante del país, y su gubernamental DPS, han dirigido Montenegro durante casi 30 años, desde la caída del comunismo en la desaparecida Yugoslavia.
El presidente se elige por un mandato de cinco años y, aunque carece de poder ejecutivo y tiene un papel más bien protocolario, es un cargo de gran prestigio.
De vencer en estas elecciones, Djukanovic volvería a la primera línea política después de haber dejado el cargo de primer ministro en 2016 para dedicarse a asuntos privados, aunque mantuvo la presidencia del DPS.
El dirigente de 56 años, considerado el padre de la independencia de Montenegro, lograda en 2006 tras poner fin a una unión estatal con Serbia, ha sido seis veces primer ministro y ya fue en una ocasión presidente (1998-2003).
Djukanovic es una figura polarizadora, considerado por sus partidarios un garante de la estabilidad y de las ambiciones europeas del país, para sus adversarios es el creador de un sistema clientelar y corrupto que mantiene a su formación en el poder.
