Como de costumbre muchos amigos me preguntan sobre temas de naturaleza política. En ese sentido siempre les digo que responderé en uno de mis acostumbrados escritos, para fines de educación del público lector.
El dinero en política es elemental para la movilidad del engranaje partidario. Por ejemplo, para los vehículos que trasladarán votantes, los viáticos de los delegados y defensores del voto, la publicidad visual, radial, televisiva y de redes sociales y otros rubros.
En verdad para ganar se necesitan ciertos recursos, pero esos recursos no son todo para obtener la victoria. Si el dinero fuese todo entonces los más ricos de los pueblos fueran los que ocuparan todas las posiciones en cada demarcación y en términos reales no es así.
De hecho, no basta con tener dinero también hay que saber invertirlo y distribuirlo en campaña.
He visto como candidatos a una misma posición gastan 10 y 15 millones de pesos y no ganan y otros con solo un millón de pesos o menos, a la misma posición logran obtener ganancia de causa.
La verdad es que se necesitan algunas herramientas extras para poder ganar: Una estrategia definida, un equipo estratégico y electoral, delegados y defensores de los votos en cada mesa electoral, carisma, popularidad, discurso, dominio de los ejes temáticos que les interesan a la población, sagacidad y una visión zahorí que le permita ver más allá de los evidente.
Claro, hay excepciones de gente que gana sin tener ni una sola herramienta, de las antes mencionadas. Pero la política ha ido cambiando y cada día el electorado es más exigente y espera mucho más de los políticos electos o no.
Por Daygorod Fabián Sánchez