República Dominicana es escenario de un diálogo entre el Gobierno y la oposición de Venezuela, cuyo antagonismo ha bloqueado el camino hacia una solución de la grave crisis política, económica y social que agobia y angustia a ese país sudamericano.
La radicalización de esta lucha política mantiene a Venezuela sumida en una situación muy adversa, con una agudización en el suministro de cosas tan básicas y esenciales como comida y medicina.
La tozudez en política, más en el ejercicio del Poder, es enemiga del bien y del interés común, y el pueblo venezolano merece un cambio de este cuadro de dificultad, inestabilidad e incertidumbre.
Los venezolanos esperan una luz en el camino, y este diálogo puede encender esa chispa.