Sin duda, Dios nos asignó ángeles a cada uno de nosotros y aquí en la tierra le pusimos el nombre de ‘’MADRE’’. Gracias a ellas aprendimos a arreglar la cama, a poner la mesa, a prepararnos el desayuno, a valorar nuestro entorno, a entender la diferencia entre lo urgente y lo importante, es que gracias a ellas entendimos lo que es el amor real.
Con los años comprobé que la palabra admiración por ellas toma sentido, y que sus sacrificios me han invitado a ver la vida desde otro punto de vista donde la ternura y entrega son los principales actores.
A veces pienso que puedo hacer para devolverle a mi mamá la mitad de lo que ha hecho por mí y es que me quedo corta al pensarlo porque una vida no me da, es que no nos da señores. Y hoy es momento de comprometernos y de que firmes este acuerdo para el resto de tu vida.
Hoy me comprometo a honrar esa mujer que desde mis inicios me ha guiado y ha hecho lo imposible para que no me falte nada.
Hoy me comprometo a amar y valorar a la que por mucho tiempo dejaba en el último lugar de la lista cuando se trataba de pasar tiempo de calidad.
Hoy me comprometo a respetar a esa mujer que dejó pasar su juventud por darme una vida sin carencias.
Hoy perdono a esa mujer que al igual que yo comete errores y que por mucho tiempo quise juzgar sin comprender lo que realmente estaba en su corazón.
Hoy me comprometo a recordarte siempre MAMI sin importar donde estés y amando lo que en mi sembraste.
Hoy te digo GRACIAS, porque me enseñas diariamente el ejemplo de madre que quiero ser.
Hoy y siempre celebraré tu vida porque me diste la mía y no hay mayor alegría que confirmar que todos mis logros son por y para ti, ¡MAMA!
Escrito por Karla Patricia Zacarías Reinoso