Santo Domingo 23 / 31 Soleado
ENVÍA TUS DENUNCIAS 829-917-7231 / 809-866-3480
23 de abril 2024
logo
OpiniónAnyeline LópezAnyeline López

El desafío de la educación 

COMPARTIR:

A pesar de los grandes esfuerzos y alternativas que busca el mundo  para que los niños y adolescentes reciban una educación eficiente, persisten las ineficiencias para que estos adquieran los conocimientos deseados.

Al persistir las desigualdades y la falta de herramientas en los hogares más vulnerables, América Latina se encamina a ser la segunda región con mayor “pobreza en el aprendizaje”, según estudio del Fondo de las Naciones Unidas (UNICEF) del 2021.

Aunque muchos desconocen lo extensa que es la desigualdad en pleno siglo 21, la realidad es que la  deserción escolar está presente, familias que no poseen las herramientas para brindarles la educación que ameritan sus hijos, un simple televisor, un radio o teléfono celular con internet son parte de los obstáculos para estos, y que su vida ahora se limita a la ayuda en sus hogares y a la falta de esperanza de lograr sus sueños.

Decenas de  padres están viviendo en la incertidumbre de no poder ayudar a  sus hijos  con sus tareas  o cualquier otra situación relacionada con su educación, ya que en su gran mayoría no saben leer ni escribir, lo que dificulta aún más el proceso de la enseñanza  para estos menores.

 Según un reciente reporte, de  537 padres y madres encuestados por la World Visión, durante la última semana de febrero pasado, el 38.5 % entendía que sus hijos no estaban aprendiendo con el modelo de educación a distancia y virtual y el 27.6 % estaba dudoso.

Para julio de 2020, el Banco Mundial estimó que el 40 % de los estudiantes en las zonas fronterizas de la República Dominicana (de las áreas más pobres del territorio nacional), no tenía acceso a educación a distancia.

De acuerdo a estimaciones del referido organismo financiero internacional, por la pandemia;  América Latina y El caribe podrían encabezar la lista de las regiones donde la  “pobreza de aprendizaje, podría aumentar de 51 % a 62.5 % y que para finales de años  unos 7.6 millones podría alcanzar mayores niveles de deficiencia educativa.

La interrupción de la educación presencial tradicionalmente recibida en las escuelas públicas, unidas a las dificultades económicas que enfrentan las familias, está teniendo efectos adversos significativos en la salud física, mental y emocional de los estudiantes, incrementando su vulnerabilidad a involucrarse en comportamientos de riesgo.

Es probable que la pandemia tenga consecuencias negativas a lo largo de todas sus vidas, especialmente en el caso del bienestar de los niños y niñas más pequeños y sus familias.

Los sectores involucrados en el área de la educación y salud, pese a los retos que implica el regreso a la normalidad, siguen trabajando y aunando esfuerzos para  que el regreso a las aulas sea de manera segura y responsable.

Si bien los sistemas educativos de América Latina enfrentan un desafío sin paralelo, esta situación excepcionalmente difícil abre una ventana de oportunidad para reconstruir los sistemas educativos para lograr que sean más efectivos

Por Anyeline López

Comenta

[wordads]