El nuevo Coronavirus ha impactado al viejo modelo de producción capitalista que se sustenta en la explotación de los trabajadores y elevado consumo de la población.
Este sistema que ha logrado el más extraordinario desarrollo económico y tecnológico jamás alcanzado por sociedad alguna en la historia de la humanidad destruyendo a su paso las riquezas naturales del planeta.
En los últimos 200 años de existencia de este sistema social, las masas populares han sido condenadas a la más bárbara exclusión y a mal gastar lo que ganan porque se le ha inculcado desde las esferas del poder el consumismo para disfrutar de los placeres de la sociedad.
La cultura del consumismo se promueve en el seno del capitalismo para que se compren y se vendan las mercancías que se producen en la misma sociedad y sirve para reproducir el sistema. Desde que nacen a las personas se les enseña a ser vanidosos, individualistas y egoístas, que se maten trabajando para tener un elevado estándar de vida que a la larga causa frustración y muerte.
El capitalismo como sistema dominante de la actividad económica en el mundo actual ha sobrevivido por la fuerza de los trabajadores y por el alto consumo de la gente. Si la gente no trabaja y consume poco, la sociedad se va a pique y con ella, todos los privilegios y buena vida de la clase dominante.
Pero la aparición del nuevo Coronavirus ha golpeado fuertemente los cimientos de esta sociedad, en sus mismas raíces, provocando la más grande crisis sanitaria y económica de la historia de la humanidad, generando una parálisis de todas las actividades mercantiles.
En estos momentos la gente se resiste a trabajar por temor a infectarse y de contagiar a su familia, evitando una enfermedad grave y la muerte, porque mientras más se mueven en busca de trabajo, más avanza el virus y mayor peligro para su salud.
El Coronavirus ha detenido en seco la economía de los países capitalistas, sobre todo la de las grandes potencias. La pregunta es ¿Hasta Cuándo? Sabemos que en este momento histórico es imposible que el capitalismo sobreviva si no se activa la economía y el consumismo.
No sabemos hasta cuando, pero creemos que si la crisis se prolonga por mucho tiempo el sistema se puede desangrar, porque la herida que le ha producido el Coronavirus ha sido demasiado grande y puede poner en peligro su subsistencia. Eso lo saben sus líderes.
Sin embargo, abrir la actividad económica puede ser un gran riesgo, porque podría producir una reactivación del virus en la comunidad y nuevos brotes en la población, más enfermos, más casos graves y más muertes, acompañado de tristeza, dolor y desolación en todas las familias. Es un drama que pinta tétrico, pero es la realidad de lo que puede suceder.
Por eso, en estos momentos la gente tiene que hacer conciencia, estamos ante un gran dilema ético y humano, o salvamos la economía, que es lo mismo que salvar el capitalismo explotador, o protegemos la vida humana. ¿Por cuál de las dos opciones usted se decide?