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23 de abril 2024
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OpiniónJorge Feliz PachecoJorge Feliz Pacheco

El bien común

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La palabra impuesto viene del término latino impositus. El concepto hace referencia al tributo que se establece y se pide según sea la capacidad financiera del contribuyente. Los impuestos son tributos que los ciudadanos y las empresas tienen que pagar para financiar al Estado. En pocas palabras; sin los impuestos el Estado no podría funcionar, ya que no contaría con fondos para realizar la construcción de infraestructuras como puertos, carreteras, aeropuertos, plantas eléctricas, ni prestar los servicios públicos de salud, educación, seguridad, transporte, etc.

En nuestro país la presión tributaria es de 14.01%, una de la más baja de la región. La presión tributaria no es más que el cociente de los ingresos que recauda el aparato estatal por concepto de impuestos cobrados a los ciudadanos entre el Producto Interno Bruto. Un Estado gigantesco, pocas recaudaciones de recursos, la falta de planificación, la corrupción, la falta de seguridad jurídica, el no cumplimiento de las leyes, el aumento de la deuda pública y el mal uso de los fondos públicos o gasto público. Son males que históricamente han frenado el desarrollo pleno de la República Dominicana.

La combinación de estos males ha traído consigo un cambio de la mentalidad de los habitantes del país. Los ciudadanos han dejado de pensar en el bien común, para buscar o resolver las problemáticas que les afectan directamente. Pudiésemos decir que nos encontramos ante un modelo autogestión, el cual podemos definir como un método, habilidad y estrategia a través de las cuales los seres humanos se mueven hacia sus objetivos con autonomía de gestión, o un apoderamiento de los individuos para que cumplir sus metas por sí mismos. En otras palabras, por los deficientes servicios de las entidades públicas, nos hemos acostumbrado a suplir nuestras propias necesidades de manera individual, olvidándonos de actuar como un colectivo ciudadano, generándose un sentimiento de insatisfacción con la democracia y una gran percepción de que los gobernantes no se preocupan por las necesidades de la gente.

Acá les presento algunos ejemplos:

-Tenemos la Policía Nacional, pero es necesario adquirir en nuestros hogares un sistema de alarma, sensores de movimiento, servicio de monitoreo, sistema de cámaras por internet, vigilante privado armado y la adquisición de armas de fuego para protegernos. Además, hacemos una gran inversión en trabajos de herraría, candados y puertas de todo tipo en nuestros hogares y negocios (República Dominicana está entre las seis naciones con la percepción más baja en seguridad ciudadana, fuente: PNUD).

-La CAASD y otras corporaciones de acueductos, pero necesitamos invertir en sistema de filtración, bombas de agua, tinacos, cisternas y el agua que llega no la podemos tomar, porque no es potable. Además por la falta de planificación durante los meses de sequias que se dan durante el verano, tenemos que invertir cuantiosos recursos en camiones de agua.

-La CDEE y las empresas de distribución de electricidad, pero por los apagones hay que invertir en inversores, plantas eléctricas, banco de baterías, regulador de voltaje y paneles solares. Tenemos fe que con la entrada de las plantas a carbón esta realidad histórica sea superada en los próximos años.

-El Ministerio de Educación, pero debemos de gastar en educación bilingüe, colegios privados, clases particulares, y actividades extracurriculares para nuestros niños.

-Las Alcaldías, pero necesitamos membrecía a clubes privados, con parques, piscinas, áreas sociales y deportivas. Muchas veces tenemos que pagar vehículos de carga para la recogida de la basura, ya que los camiones de basura no circulan con frecuencia por nuestros vecindarios.

-El Ministerio de Salud y los hospitales públicos, pero necesitamos un bolsillo lleno de dinero por la carencia de medicinas y materiales en los hospitales. Otra problemática es que las aseguradoras públicas y privadas son deficientes. A esto se le suma que nunca son aprobados los medicamentos que necesitamos si posees un seguro de salud sencillo que es el que tiene la mayoría de los dominicanos. De este mismo tema, y del gran abuso de las aseguradoras pudiésemos escribir cientos de páginas.

-El Transporte público, uno de los peores de la región. En la actualidad se ve afectado por un parque vehicular en deterioro, aumentos constantes de los pasajes, conflictos entre sindicatos y el gobierno, y largos entaponamientos que se producen por la falta de planificación, las lluvias y la masiva compra de vehículos para uso privado. Todo eso hacen que se sumen a nuestras cargas un alto gasto de combustibles.

-Tenemo el Consejo de Promoción y Apoyo a la Micro, Pequeña y Mediana Empresa (PROMIPYME), pero por la alta burocracia en los documentos requeridos para acceder a un préstamo para emprender un negocio, acudimos a financieras que en muchos de los casos realizan prácticas usureras con el cobro de las mensualidades, lo que imposibilita el éxito de los pequeños emprendimientos.

-Tenemos la Universidad Primada de Americana, nuestra UASD, pero tenemos que gastar cuantiosos recursos en universidades privadas por las constantes patalizaciones que se dan por los conflictos de intereres a lo interno de esa alta casa de estudio, y el mal manejo administrativo.

Estos y otros ejemplos más, hacen que vayamos perdiendo el sentimiento de ser ciudadanos para convertirnos en individuos, y esto es lo más peligroso, ya que sin la participación de los ciudadanos en las conquistas colectivas, la democracia comienza a carecer de sentido y legitimidad. Poco a poco se va perdiendo el interés por el estado, por la política y por los demás seres humanos.

En fin, sabemos que nos falta mucho por realizar pero debemos de reconocer que en los últimos 14 años se han hecho grandes esfuerzos para encaminar a nuestro país hacia el bien común. Necesitamos seguir fortaleciendo nuestras instituciones para que la ciudadanía se interese, se informe y participe en los asuntos políticos/sociales de sus comunidades. Sé que muchos ven con incertidumbre el escenario actual, pero estamos seguros que el futuro nos reserva algo mejor, siempre que tengamos el valor de seguir intentándolo, seguir trabajando, seguir luchando, seguir reformando, para enfrentar preparados y unidos, los grandes retos y desafíos de la República Dominicana.

No se trata de ganar elecciones se trata de ganarse el corazón de la gente.-

Autor: Jorge Feliz Pacheco

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