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23 de abril 2024
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OpiniónJose GuerreroJose Guerrero

El arzobispo Ozoria y la Semana Santa

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Con todo el respeto que me merece el arzobispo de Santo Domingo, Francisco Ozoria, creo que se le fue la mano al manifestar su preocupación por la falta de independencia de los poderes del Estado, tras considerar que “si no despertamos y cambiamos, el país se encaminara hacia una dictadura” lo que constituye una provocación y todo lo contrario de lo que el pueblo espera de la iglesia para celebrar la Semana Mayor.

Digo, yo pienso que en lugar de atacar al Gobierno, nuestro arzobispo Ozoria, lo que ha debido es de invitar a los Católicos y al pueblo en general a disfrutar de una Semana Santa llena de paz y de armonía, para crear una conciliación con nuestro salvador Jesucristo. No declararles la guerra a las autoridades del Gobierno precisamente en los actuales momentos.

El Arzobispo Ozoria alega que  “tenemos una estructura en el Gobierno que no se respeta, una estructura que se llama: los poderes del Estado, que no se respeta porque esos poderes del Estado, que debieran ser independientes y no lo son, con lo cual no estamos de acuerdo.

Y sostiene la máxima autoridad de la iglesia Católica en el país: “Se ve claro que no hay una independencia en los poderes del Estado, entonces caemos en algo tan fuerte como en una dictadura; si no despertamos, si no cambiamos, vamos hacia ahí”.

Casi le falto poco al Arzobispo para incitar en estos precisos momentos al pueblo,  para que busque alternativas con miras a enfrentar a las autoridades del Gobierno en su discurso, en lugar que incitarnos a la oración, al amor y al perdón, que predico antes de ser llevado a la cruz nuestro único y suficiente salvador Jesucristo. Esa no es la Semana Santa que mi país se merece.

Creo sinceramente, que esas expresiones del arzobispo Ozoria están fuera de contexto, toda vez que  no existe ninguna falta de independencia de los poderes de Estado, si lo miramos desde un punto de vista más objetivo.

En materia de política lo que aparenta confrontación es una manera muy típica en estos países de sumar votos entre tendencias, aun así más tarde  se impone la sumatoria mediante la unidad interna y externa de la mayoría de las organizaciones políticas que convergen en el torneo electoral.

Olvida el jerarca de la iglesia Católica las expresiones de nuestro Salvador Jesucristo: Hermano, mira la paja que hay en tu ojo, para que pueda ver la del ojo de tu hermano, ya que en la actualidad la iglesia que el representa pasa por sus peores tiempos con una nota de descredito que raya con lo insólito.

El rey de reyes y señor de señores, Jesucristo dijo: La religión no salva, es la fe en Cristo Jesús; así mismo: El principio de la Sabiduría es el temor a Jehová”.

En sus ataques, continua diciendo en arzobispo de Santo Domingo: “el poder no puede ser utilizado para mancillar sino para servir al pueblo, por lo que llamo a las autoridades a hacer una buena política”

Después de la odiosa y criminal dictadura de Rafael Leónidas Trujillo Molina de 1930 hasta el 1961, un grupo de valientes  tomamos las armas en la Revolución Constitucionalista de Abril del 1965, y la Republica Dominicana ha vivido una vida democrática, con respeto a la constitución y las leyes, a pesar de que como en la mayoría de los países del mundo se ha puesto de moda la reelección, en la presente ocasión a favor del presidente más democrático y mejor valorado por su hermosa obra de gobierno que ha tenido el país en toda su historia republicana.

En todos los estamentos de la justicia y en los poderes del Estado prevalecerá siempre la independencia, por lo cual se considera que esas expresiones del religioso y otras externadas en el sentido de que “el poder no puede ser utilizado para mancillar sino para  servir al pueblo, son causadas por desconocimiento en la materia y falta de información.

Anteriormente, en mis años mozos, cuando era monaguillo, sacristán en esa religión, se ayudaba al pobre y al necesitado con ropas y medicina; se hacían horas santas de oraciones, catecismo, y en Semana Santa, peregrinaciones en todas las calles del país de domingo a domingo: en la actualidad no existen esas actividades cristianas y la iglesia forma parte de un emporio económico y comercial que trabaja para beneficio propio, a parte de otras faltas que se le atribuyen.

 

Por Jóse Guerrero

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