Cuando nos demos cuenta de los efectos multiplicadores de los deportes, podremos verificar que es una actividad transversal en todos los sentidos.
En estas circunstancias, el triunfo espectacular de la corona No.21 en la Serie del Caribe nos consagra como potencial singular del béisbol, en la región y en el mundo.
Nuestras felicitaciones a Las Águilas Cibaeñas con sus refuerzos representando a la República Dominicana en Mazatlán, México.
Nos alegra saber que seremos sede en el 2022. Igual ha debido ocurrir con los Juegos Centroamericanos y del Caribe para este mismo año, declinada por Panamá.
Ojalá haya tiempo para reaccionar en ese sentido.
Convertirnos en un escenario de competencias es igual a Marca País.