EL NUEVO DIARIO, WASHINGTON.- El Gobierno estadounidense condenó este jueves rotundamente la expulsión por parte de Etiopía de siete altos funcionarios de agencias humanitarias de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), decisión que aseguró no tiene «precedentes», en medio del conflicto armado que se vive en el norte del país africano.
Así se expresó la portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki, en su rueda de prensa diaria al ser preguntada por esta medida por parte de las autoridades etíopes.
«El Gobierno de EE.UU. condena en los términos más contundentes posibles la medida sin precedentes del Gobierno de Etiopía de expulsar a los jefes de todas las organizaciones de Naciones Unidas implicadas en las operaciones humanitarias en marcha», señaló Psaki.
Asimismo, recordó que el presidente estadounidense, Joe Biden, ha firmado recientemente una orden ejecutivo que le permite imponer sanciones económicos a aquellos que quieran prolongar el conflicto en la zona.
«No dudaremos en usar esta o cualquier otra herramienta a nuestra disposición para responder rápida y decisivamente ante aquellos que bloqueen la asistencia humanitaria al pueblo de Etiopía», advirtió.
Psaki, remarcó la «profunda preocupación» por parte de Washington de que estas acciones continúen el «patrón» puesto en práctica por las autoridades etíopes de «obstruir la entrega de comida, medicinas y otros suministros vitales» en la zona.
Entre los expulsados se destacan el representante del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) en Etiopía, Adele Khodr, y la directora de la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) en el país, Marcy Vigoda.
La medida se adoptó después de que organizaciones humanitarias denunciaran el acceso limitado a la región norteña de Tigray, asolada por una guerra entre el Gobierno central y los rebeldes del Frente Popular de Liberación de Tigray (FPLT).
Desde noviembre de 2020, miles de personas han muerto, unos dos millones se han visto desplazados internamente en Tigray y al menos 75,000 etíopes han huido al vecino Sudán, según datos oficiales.
Además, casi siete millones de personas afrontan una «crisis de hambre» en el norte de Etiopía por la guerra, según advirtió este mes el Programa Mundial de Alimentos de la ONU.
