EL NUEVO DIARIO, BELGRADO.- Estados Unidos ha condenado hoy el uso de la violencia por parte de Kosovo para forzar la entrada de los alcaldes de tres localidades del norte del país en los Ayuntamientos, bloqueados por la minoría serbia que no reconoce la autoridad de los ediles.
“Estados Unidos condena la acción en curso de las autoridades kosovares para entrar en los edificios municipales en el norte de Kosovo. Las medidas violentas de hoy deben detenerse de inmediato”, escribió en Twitter el embajador estadounidense en Pristina, Jeffrey Hovenier.
La mission de la Naciones Unidas en Kosovo, UNMIK, señaló en Twitter que sigue con gran preocupación la situación en el norte de Kosovo y pidió a todas las partes que apliquen medidas para calmar la situación.
La Policía de Kosovo usó hoy gas lacrimógeno y bombas de aturdimiento para dispersar a manifestantes serbios que intentaron impedir el acceso al Ayuntamiento de los alcaldes de las localidades norteñas de Zvecan, Zubin Potok y Leposavic, de mayoría albanesa, elegido en las elecciones de abril que boicoteó la comunidad serbia.
Los medios locales informan de que se produjeron choques entre la policía y los serbios, minoría en Kosovo pero el grupo mayoritario en el norte de Kosovo, y de que ha sido incendiado un coche policial.
Al menos diez personas han sido atendidas con lesiones leves en el hospital por la inhalación de gases o por contusiones.
El presidente de Serbia, Aleksandar Vucic, ordenó aumentar el nivel de alerta del Ejército al máximo y su movimiento hacia la zona limítrofe con Kosovo, informan los medios serbios.
El Gobierno serbio acusa a Pristina de practicar el «terror» contra la comunidad serbokosovar, mientras que Kosovo responsabilizan a Serbia y a lo que denomina sus «estructuras criminales ilegales en el norte kosovar» de la violencia y de los ataques a las fuerzas del orden.
Los serbios del norte de Kosovo no reconocen la autoridad de estos alcaldes, elegidos en unas elecciones en las que, debido al boicot de los serbios, la participación fue de apenas el 3 %.
Las elecciones fueron organizadas por Pristina después de que los representantes de los serbokosovares se retiraran el pasado noviembre de las instituciones de Kosovo para denunciar la discriminación que, aseguran, sufren por parte del Gobierno.
Kosovo, antigua provincia serbia poblada por una gran mayoría de albaneses, proclamó en 2008 su independencia, que Serbia no reconoce.
Ambos países negocian la normalización de sus relaciones sobre un nuevo plan de la UE, apoyado por Estados Unidos, en un proceso difícil y entre frecuentes tensiones.