Han pasado cinco meses bajo el embate de la pandemia del COVID-19 con un panorama general aterrador, cifras de contagiados y muertos fuera de control sin indicios de retroceder , un sistema sanitario colapsado, recursos humanos de salud agotado en una situación difícil y por largo tiempo. El COVID 19, ha traído incertidumbre, angustia y crisis social.
La economía ha sido impactada en todos sus indicadores, especialmente las actividades cotidianas y las relacionadas con el intercambia internacional.
El sistema de educación nacional, frente a la crisis inicial de la epidemia, asumió la resolución oficial de terminar el año escolar hasta donde habían llegado las escuelas a nivel público, y las privadas asumieron modalidades, particulares de virtualidad, al igual que las universidades para terminar su programa.
La COVID- 19 en su máximo apogeo de contagio y muerte, frente a la inminente llegada de la apertura del año escolar y cuatrimestral en las instituciones de educación superior , pondrá en riesgo a una parte importante de la población de enfermarse por este virus, que según los pronósticos de los expertos epidemiólogos, agravara la situación sanitaria en el país con más de 3 millones de personas, entre estudiantes, profesores y relacionados al sector que serán expuestos francamente al contagio y multiplicación del virus.
Las autoridades deben analizar, si los planteles escolares cuentan con las infraestructuras físicas para asegurar el cumplimiento de las mínimas normas de bioseguridad y anti sísmicas: aulas amplias y aireadas que garanticen el distanciamiento reglamentario, baños adecuados, con agua en las tuberías de forma continua, patio y /o salón de esparcimiento, servicios básicos garantizados: basura, limpieza, energía eléctrica permanente, plataformas tecnológicas habilitadas y con máxima capacidad, equipamiento tecnológico de base en el plantel escolar
El COVID 19 ha puesto a prueba al sistema de salud, al sector económico, al sector laboral formal e informal, y en los que nos atañe al sector educativo.
En ese sentido la EDUCACIÓN, ha tomado un rumbo extraordinario dando un salto incomparable de pasar de la época análoga a la digital virtual obligando a miles de docentes de asumir modalidades educativas diferentes virtuales, poniendo en invidencia, la innovación, creatividad, y deseo de salir adelante con los estudiantes y finalizar el periodo para el cual se inscribieron. En ese sentido la Universidad Autónoma de Santo Domingo se ha catapultado con el esfuerzo realizado en medio de esta crisis, al darle respuesta académica a aproximadamente doscientos mil alumnos gracias a la intervención de varios protagonistas de este proceso que han hecho de la fantasía virtual en la UASD una realidad. Grandes retos y desafíos tienen las instituciones de educación con la apertura del nuevo periodo escolar para asegurar el equipamiento tecnológico de los actores del proceso educativo, entrenamiento del personal tutorial docente y garantizar la bioprotección de todos, de manera segura, y esperar el desenlace de este clímax epidemiológico en sentido favorable, de lo contrario: No pensar en abrir por el momento los escenarios presenciales para la educación, ya que profundizaría la catástrofe sanitaria a niveles exorbitantes.
AUTORA: ROSEL FERNÁNDEZ
*La autora es decana Facultad de Ciencias de la Salud de la UASD.