NUEVA YORK._ Dos inmigrantes ecuatorianos que fueron golpeados con bates en las cabezas y otras partes del cuerpo, acusan a presuntos dominicanos de ser sus agresores, al confundirlos con “mexicanos”, en un crimen de odio que la policía investiga, ocurrido en Harlem.
Los ecuatorianos, de 23 y 29 años de edad, alegan que los atacantes, después de golpearlos, les gritaron “f…g mexicanos”, para responderles la pregunta de por qué lo hacían.
La presunta agresión ocurrió a las 1:30 de la madrugada en la calle 141 y la avenida Broadway en el Alto Manhattan, la semana pasada, cuando los supuestos dominicanos salieron de un carro sedán Honda color negro, esgrimiendo sendos bates, dijo la policía.
«Acababa de llamar a mi hermana para que pagara el taxi», dijo la víctima más joven, un conductor de Uber que habló bajo condición de anonimato.
«Cuando estaba cruzando la calle, me gritaron: ‘You, tú f… g mexicano. Estúpido mexicano. Le pregunté qué le había hecho».
Los ecuatorianos denunciaron la supuesta agresión al periódico Daily News mientras se recuperan en su casa en el Alto Manhattan.
«Dicen que son dominicanos», añadieron los denunciantes, pero que no pudieron identificar a los atacantes.
Los dos agresores golpearon al ecuatoriano más joven en la cabeza, manos y brazos, y al mayor en la espalda.
«Estaba sangrando de mi cabeza. Me quité la camisa, la puse en mi cabeza para detener el sangrado. Fue mucha sangre «, dijo.
Su hermana llegó momentos después, y él la llamó para que anotara los números de sus matrículas.
«Seguían golpeándonos. Una mujer joven que caminaba por la calle comenzó a gritar: «¡La policía está viniendo!», relató el ecuatoriano herido. «Volvieron a su automóvil y se alejaron. Casi atropellaron a mi hermana. Se saltaron una luz roja».
Ambas víctimas fueron llevadas al hospital Harlem y el joven necesitó numerosos puntos de suturas, dijo la policía.
Uno de los sospechosos tiene el pelo corto y negro, la piel clara y llevaba jeans azules y un suéter gris claro.
Su cómplice mide aproximadamente 5 pies y 11 pulgadas y pesa 170 libras, y tiene el pelo corto de color marrón oscuro.
El ecuatoriano más joven dijo que todavía se siente aturdido y que no ha podido regresar al trabajo.
«No puedo conducir porque me podría marear en el camino», dijo. «Mi amigo está en mal estado también. Sus costillas todavía le duelen».
Insistió en que les preguntó a los agresores por qué harían esto», dijo, «y lo único que hicieron fue llamarnos mexicanos».
