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23 de abril 2024
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OpiniónOsvaldo A Basilio ReyesOsvaldo A Basilio Reyes

Duarte fue un funcionario ejemplar

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En nuestro país han habido, y hay funcionarios que en sus accionar han tenido la entereza y  la firmeza de rechazar cualquier conato de corrupción en que pudieran haberse visto tentados por alguna o varias personas, que con intenciones malsana hayan querido  beneficiarse de sus gestiones administrativas, sin importarles  el daño que pudieran causarles al país y de manera personal al titular de una determinada función pública o privada.

En verdad, para resistir y repeler cualquier tentación de esa naturaleza que también podría beneficiar grandemente en lo económico al funcionario responsable, hay que desnudarse de toda prepotencia y ambición desmedida que pudiera obnubilar o sombrear la moral, responsabilidades y los principios que sustentan una sana convivencia social.

De manera contraria el funcionario debe revestirse  de humildad haciendo suyo los valores morales aconsejado para el buen vivir, estando consciente que los bienes que se les confían en administración no son suyo, sino de la sociedad en general para lo cual esta le paga un sueldo privilegiado rayando en lo excesivo en algunos casos.

El funcionario corrupto como ente social que es, se apodera de la parte de los bienes sociales que pudiere corresponderle a él; también se apodera de la parte de bienes que les corresponden a los demás miembros del conglomerado social al que pertenece, en consecuencia vulnerándole a la mayoría el derecho a la salud, el derecho a la alimentación, el derecho a un techo y el derecho a vivir dignamente como está establecido constitucionalmente.

Actualmente se está procesando judicialmente a algunos miembros de nuestra sociedad por supuestamente haber obtenido dinero para de manera no justificada, de manera tal que los bienes que poseen en la actualidad son muy superiores a los que tenían antes de las funciones que les confió la sociedad, pudiendo estos demostrar lo contrario aportando las pruebas de lugar, porque hasta tanto no exista una Sentencia con carácter irrevocable de la cosa Juzgada o sea, que no sea susceptible de recursos tanto ordinario como extraordinario, para la Ley son inocentes por lo que la sociedad aunque vigilante debe dejar y esperar que la Justicia haga su trabajo, poder este del Estado  que por ley está destinado a declararlos inocentes o culpables acorde a las pruebas presentada para uno u otro caso, por el Ministerio  Público y las partes acusadas, pruebas estas que deben ser analizadas por el juez, conforme a la sana critica, los conocimientos científicos y la máxima experiencia.

En relación al título de este escrito en el sentido de que Juan Pablo Duarte en el momento que le tocó, fue un funcionario ejemplar, considerándolo así porque como dice nuestra Historia, “ que estando Duarte en Venezuela como consecuencia de su destierro forzado, una vez proclamada la independencia fue mandado a buscar por la Junta Central Gubernativa presidida por Francisco del Rosario Sánchez, a los fines de que ocupara su merecido lugar en el gobierno de la República Dominicana “.

Sucedió que Duarte ya estando en nuestro país, en vez de ponerse a pleitear por la presidencia de la cual era merecedor, de manera muy humilde puso su espada al servicio de la nación para seguir enfrentando a los invasores Haitianos, comandados por Charles Gerard Ainee, a quién Duarte y otros dominicanos habían ayudado para derrocar al presidente Boyer en Haití.

La Junta Central Gubernativa puso a Duarte al frente de una parte del ejército dominicano, con la encomienda de que él y Pedro Santana quién estaba acantonado en Sabana Buey Jurisdicción de Bani, se pusieran de acuerdo para enfrentar el ejército invasor que era bastante numeroso, entregándole dicha Junta Gubernativa RD$1,000.00 a Duarte para gastos y alimentación de los hombres que estaban bajo su mando.

Parece ser que Duarte era muy austero y disciplinado en el gasto y  no pudiendo este materializar su misión, ya que Santana se resistía a su presencia y opinión, le devolvió a dicha  Junta Central Gubernativa o al Estado dominicano que era lo mismo, la suma de RD$827.00, demostrando Duarte con pruebas el gasto del exiguo restante.

Con ese gesto ha quedado demostrado que Duarte es el funcionario aunque de manera efímera, más honrado que ha pasado por nuestra República, pudiendo colegirse que si Duarte hubiera sido nuestro primer presidente en vez de Santana, (debiendo este último continuar al mando del ejército), nuestra situación a  nivel de administración pública hubiera sido otra, pero nuestro Estado empezó ajeno a lo diáfano y pulcro, con un presidente ambicioso y corrupto como lo fue Santana, y  para colmo de males, pocos mandatarios han tenido el ánimo y decisión de corregir lo que está mal, desde el nacimiento de nuestra República.                     

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