Según el político dominicano, quien además es Secretario de la Comisión Permanente de Relaciones Exteriores de la Cámara de Diputados de la República Dominicana, es hora de ponerle fin a «la violencia y a los atropellos del régimen autoritario que encabeza Daniel Ortega en Nicaragua, el cual viola las bases fundamentales de la democracia y pisoteando los derechos humanos de sus ciudadanos».
«Todo ciudadano que se considera demócrata, debe condenar la represión organizada desde el Estado de Nicaragua, encabezado por el Gobierno de Daniel Ortega y su esposa, los cuales constantemente han dirigido ataques que han dejado a centenares de muertos y heridos», continuó Ceballo a través de un comunicado.
Su criterio es que, en pleno siglo 21, «no es posible» perpetrar frente a la indiferencia de la comunidad internacional, «una brutal represión e intimidación a los sectores eclesiásticos, empresariales, políticos y medios de comunicación».
El legislador dominicano observa que la comunidad internacional «no puede ser indiferente a la represión del Gobierno nicaragüense, que ha producido más de 1.614 opositores detenidos, desapariciones, detenciones arbitrarias y más de 328 muertos, desde abril del año 2018», según un informe de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
Ceballo exigió la liberación inmediata de Cristiana Chamorro, Arturo Cruz y Félix Alejandro Madariaga Blandó, así como el cese de las violaciones de los derechos fundamentales de los nicaragüenses.
«Saludamos la posición del ministro de Relaciones Exteriores dominicano, quien no ha guardado silencio ante esta terrible situación donde, en los últimos tres años, más de 100.000 nicaragüenses han solicitado asilo en terceros países», expresó.
Finalmente, hizo un llamado a la comunidad internacional para que se pronuncien exigiéndole a la «dictadura semiilustrada que dirige Daniel Ortega» que libere a todos los opositores detenidos.
El canciller dominicano, Roberto Álvarez, vituperó al Gobierno nica por lo que llamó «represión» contra los opositores. Empero, esa censura fue duramente rechazada por su homólogo nicaragüense.-
