Instalada la Constituyente en Venezuela queda marcado el destino pesaroso que le espera a las libertades públicas y al respeto a los derechos humanos en ese país. Su primera decisión fue destituir a la Fiscal General, un primer zarpazo que delata lo que será un régimen de fuerza.
Es el inicio del desmantelamiento de la institucionalidad, para ir acondicionando el secuestro de la democracia y finalmente terminar con la instauración de una dictadura.
Las rebeldías y levantamientos militares ya comienzan a aflorar ante una embestida del poder en manos de “chavistas”, un grupo que engañosamente se hace llamar revolucionario.
El pueblo venezolano debe parar a tiempo esta incipiente dictadura.