Hace varias semanas cierto comunicador de uno de los espacios radiales matutinos más escuchados, lanzó dardos envenenados contra el fundador de la Patria, Juan Pablo Duarte. Alegando penosamente que era su criterio, cosa que no lo justifica ni libera de sanción alguna; Duarte quien murió en la miseria exiliado por los desaprensivos obsesionados con el poder desmedido, falleció en Venezuela; pobre por entregar todas sus posesiones materiales, es decir, todo su patrimonio familiar porque hasta sus hermanas entregaron su peculio, para defender la independencia y la soberanía.
Ese comunicador, discrepa mucho de la condición de intelectual en la cual ha sido situado por muchos. Al momento de catalogar a Duarte de cobarde y especular respecto a su orientación sexual, penosamente la institucionalidad se ha visto frustrada nuevamente porque la inacción del organismo pertinente ha brillado por su ausencia.
Tan penoso comentario ha enardecido al país y con toda razón. No es posible tener una identidad nacional sin una defensa acérrima de quien fue el ideólogo de nuestra soberanía y quien con su ideario iniciaría la chispa que nos liberó de toda dominación extranjera.
El acervo cultural de ese “profesional de la comunicación” no puede ser un salvoconducto ante toda responsabilidad por sus metidas de patas olímpicas. Intencionales o no, simplemente este comunicador se traslada de lo sublime a lo ridículo en cuestión de segundos. Parecería que no tuviese filtro entre el cerebro y las cuerdas vocales.
El expresidente Balaguer, acuño el mote del “Cristo de la Libertad” para referirse al patricio dominicano. En su obra que llevaba ese motete como título. Para que años después este pseudo historiador trate trabajosamente de manchar el nombre de nuestro libertador.
En esta media isla, con el pasar del tiempo nos hemos dado cuenta de que no hay cultura de retiro. Pero, las instituciones correspondientes deberían ayudar a este “periodista” para que pudiese marcharse en paz a la comodidad de su hogar y sacar el lenguaje soez de la transmisión radial matinal. ¿Cómo preservar la identidad nacional con tan tristemente célebre personaje que se ha dado a la tarea de falsificar la historia del primer dominicano homérico?
Debemos comprender que la Patria es una categoría histórica que no se hace, sino que nace, crece, se reproduce y nunca muere. Al menos que el pueblo sea inmerecedor de ella. Nunca se debe olvidar lo dicho por el expresidente cubano Fidel Castro, cito: “Cuando yo estudiaba en oriente escuchaba hablar del pueblo dominicano, pueblo legendario, veterano de la historia y David del Caribe.”
«No hay pueblo en América que haya luchado tanto por su independencia y soberanía como Republica Dominicana. Los cubanos no sabían pelear hasta que llegaron los hermanos Félix y Luis Marcano, Dioniso Gil, Modesto Díaz y Máximo Gómez.”
Somos el único pueblo que ha luchado contra España, Francia, Haití y los Estados Unidos y hemos vencido por la convicción de que es mejor morir de pie antes que vivir de arrodillas. No será este “comunicador” quien humille a este pueblo digno y batallador, con sus ideas descabelladas y carentes de cualquier factor probatorio. Ni siquiera dignificaré a ese señor mencionando su nombre, porque donde Duarte entra por la puerta, lo superfluo sale por la ventana.
Para concluir creo prudente una frase del fundador de la Trinitaria; que no es la que tanto le gusta utilizar a ese individuo en las mañanas para referirse a ser justos para ser felices. Cito la siguiente frase: “Mientras no se escarmiente a los traidores como se debe, los buenos y verdaderos dominicanos serán víctimas de sus maquinaciones.” Juan Pablo Duarte.