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19 de abril 2024
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OpiniónAlfredo GarcíaAlfredo García

Desafíos del partido demócrata

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“Uno solo puede ser vencido, pero dos presentan resistencia. El cordón de tres hilos no se rompe fácilmente”. (Eclesiastés 4:12)

El partido demócrata de los Estados Unidos tiene tres grandes retos por delante en aras de mantener el poder, que son elegir una fórmula presidencial ganadora para las elecciones del 2024, retener el congreso en las próximas elecciones de noviembre y propiciar la unificación del dividido pueblo norteamericano.

Si bien es cierto que el presidente Joe Biden dijo a ABC News en diciembre que se re postularía si está en salud, no menos cierto es que todas las encuestas señalan que perdería dicha reelección ya que el 47 por ciento de los norteamericanos votaría por un candidato republicano y sólo un 37 por ciento por él, de acuerdo con Forbes.

De hacerlo, el presidente Biden entraría en competencia por un segundo mandato con 86 años de edad y con una estela de cuestionamientos sobre su salud mental y física, que según muchos, sería un gran hándicap para el partido.

En ese sentido, hasta el gran aliado demócrata, el periódico The New York Times, le ha pedido a Biden que no se repostule y que lo anuncie con tiempo, para que le de oportunidad al partido de reorganizarse en torno a una fórmula ganadora.

De modo que ante ese escenario los demócratas se encuentran en una encrucijada con dolor de cabeza incluido, pues no tienen quien haga frente a un fortalecido partido Republicano, que posiblemente llevaría a Donald Trump como candidato, pero tampoco pueden darse el lujo de voltear la espalda a su presidente pues reconocerían con ello la debacle de su gestión.

 

Salida

Una posible fórmula que pudiera funcionar para el 2024, sería la compuesta por Chuck Schummer, senador por Nueva York, y Peter Buttigieg, actual Secretario de Transporte de Estados Unidos.

Schumer es el líder de la mayoría demócrata en la cámara y la cara del partido en el senado en los últimos siete años, lo que le ha valido granjearse una proyección nacional constante y un reconocimiento universal. Es decir, es un hombre de estado que tiene peso político, reconocimiento social y maneja muy bien la comunicación estratégica, condiciones favorables para integrar una fórmula presidencial.

De su lado Peter Buttigieg, de 40 años de edad, se perfila con fuerza en las filas demócratas, por su gran calado entre la juventud, y su condición abiertamente homosexual le permite conciliar y aglutinar a las minorías.

A pesar de que en la actualidad enfrenta serios problemas para resolver la crisis en la cadena de suministros como Secretario de Transporte de Estados Unidos, Buttigieg mantiene su imagen fresca y atractiva a lo interno del partido, y su nombre se baraja hasta para encabezar la boleta presidencial del 2024.

 

Elecciones congresuales de noviembre

Queda pendiente también el desempeño de los demócratas en las elecciones congresuales de noviembre próximo, que constituyen un dolor de cabeza pues históricamente el presidente en ejercicio suele perderlas, no necesariamente porque sea un referendo, como se dice, sino porque el pueblo americano en ello ha sabido siempre mantener el equilibrio en la repartición de los poderes del estado, dando el congreso al partido opositor, salvo algunas excepciones.

Pero el panorama todavía es peor, cuando el inquilino de la Casa Blanca está por debajo del 50% de aprobación, y quizás previendo ello, más de un congresista, inseguro de su distrito, ha decidido desmontar su re postulación, como ha ocurrido con los demócratas Albio Sires de New Jersey y Lucille Roybal-Allard de California.

 

Unificación Nacional

Sin embargo, en la política como en el deporte, cualquier coyuntura puede reconfigurar el tablero electoral, de modo que si la economía logra recuperarse del todo como de hecho se avizora; si los demócratas replantean su agenda política para que conecte con los americanos y si vuelven a asumir una postura de centro como antes, permitiendo la participación de las minorías sin atacar a las mayorías, en un ejercicio de unidad nacional, entonces tanto en noviembre como en el 2024, el desempeño demócrata pudiera ser mucho mejor de lo esperado.

POR ALFREDO GARCÍA

*El autor es analista político

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