Las primarias, convenciones y encuestas son las modalidades utilizadas por las organizaciones políticas para la escogencia de las candidaturas a postularse a cargos electivos en los distintos niveles de elección en la República Dominicana. En la región, en alrededor de 12 Estados, los partidos políticos utilizan la modalidad de primarias para seleccionar los candidatos y candidatas a competir por puesto de elección popular. Dentro de ellos están: Costa Rica, El Salvador, Perú y México. Cabe mencionar que la experiencia en cada país es distinta debido a la práctica y la cultura política.
La inclusión de las primarias como mecanismo electivo en la normativa electoral de los países, y con ello la República Dominicana, apuestan al fortalecimiento del sistema de partidos y revestir de credibilidad sus procesos internos, mismos que deben estar sustentados en los principios que regulan en democracia las actividades de participación y elección, como son: La legalidad, legitimidad, equidad de género, trasparencia, respeto a la voluntad de la mayoría, el pluralismo, la diversidad ideológica, entre otros.
Las primarias les ofrecen a los partidos la libertad de elegir la modalidad más favorable, según lo preceptuado en sus estatutos y las leyes. En la región se identifican las primarias abiertas y cerradas, en la primera participan los ciudadanos inscritos el padrón universal, mientras que en la segunda solo participan los afiliados del partido con un padrón interno. Para una mayor fortaleza de la modalidad, es necesario que los árbitros electorales sean garantistas de derechos; que sus decisiones y reglamentaciones estén apegadas a principios, la norma, buenas prácticas y los estatutos internos de los partidos. No existe una fórmula perfecta para la elección de los candidatos que serán nominados para los cargos públicos, las primarias al igual que otros mecanismos de elección tienen su ventajas y desventajas.
Se identifican como elementos positivos: Fortalecimiento del sistema democrático en sentido general; promueve la participación de los pre-candidatos; rompe con la vieja práctica de la centralización del proceso en mano de las cúpulas de los partidos; fomenta y da espacio para el relevo político; reviste de una mayor legitimidad a los resultantes del proceso eleccionario para su posterior presentación al voto popular, facilita un mayor posicionamiento de los candidatos en el electorado y por vía de consecuencia de los partidos.
Del mismo modo, le son desfavorables; el aumento del clientelismo, conflictos internos, divisiones, el doble gasto que tienen que incurrir los precandidatos y la institución encargada de la organización y montaje del evento (primarias abiertas), el encarecimiento de la actividad política posicionando a quienes puedan costearla y dejando fuera de competencia a aquellos precandidatos que pudieran tener una agenda de temas de interés social, pero no lo recursos económicos.
En el pasado la normativa electoral en RD contó con una legislación que estableció primarias abiertas y simultáneas en la Ley 286-04. Misma que fue declarada inconstitucional por, entre otros alegatos, la intervención estatal en el procedimiento de escogencia de las candidaturas; despojar a los partidos de la facultad de organizar los procesos establecidos en sus estatutos y la no provisión de los recursos para la celebración de esta. En la actualidad las primarias están instituidas en el Art. 45 en la Ley No. 33-18, de Partidos Agrupaciones y Movimientos Políticos, a cuyo tenor estas deben celebrarse de manera simultánea a más tardar el 1er domingo de octubre del año preelectoral, supervisada y arbitrada por la JCE.
La experiencia de las primarias en la RD no son de grata recordación. Vendría bien un dialogo temprano, franco y abierto entre el órgano electoral y las entidades políticas, para debatir los aspectos nodales del proceso, máxime aquellos que generaron incertidumbre en la ciudadanía y actores políticos, a fin de tomar los correctivos en temas relevantes como son; el coste del montaje, la modalidad de padrón abierto o semiabierto, horario de votación, entre otros aspectos.
Concluyo con esta frase: Cuando los partidos aprenden de los desaciertos y miran con optimismo el porvenir tienden a fortalecerse y por vía de consecuencia avanzamos en democracia.
POR MARÍA ESTELA DE LEÓN