Santo Domingo 23 / 31 Soleado
ENVÍA TUS DENUNCIAS 829-917-7231 / 809-866-3480
19 de abril 2024
logo
OpiniónLeonardo GilLeonardo Gil

Desafección política

COMPARTIR:

sentimiento antisistema puede definir elecciones en República Dominicana

Para anticipar el escenario electoral dominicano del año 2020, es necesario comprender qué piensa, qué dice y qué siente el nuevo votante. El padrón electoral para este 2020 está conformado por alrededor de un 50% de electores con menos de 40 años. Lo que significa que tendremos un proceso con ciudadanos mucho más informados y más conectados.

Esto puede ser peligroso para los partidos políticos que entran en un proceso de deterioro y rechazo de sus cúpulas, de sus propuestas y de sus acciones, hemos visto incluso como partidos históricamente antagónicos  han tratado de conformar alianzas ideológicamente inconsistentes, ante una población que los observa.

La corrupción y la impunidad, son temas recurrentes en el ámbito político, pero en estas elecciones,  parece que tomarán principalía; los ciudadanos se sienten molestos por las diversas denuncias de corrupción que aún no han sido investigadas a fondo y mucho menos resueltas. Y eso ha hecho que los electores reaccionen en contra de la clase política dominante, y que la  percibe como que se ha enriquecido a costa del esfuerzo de los ciudadanos comunes.

La lógica de una elección ya no es “honestidad vs. Corrupción”, sino “corruptos vs menos corruptos”, lo que ha aumentado el rechazo a la clase política, y ha disminuido la identidad partidista.

Esta ausencia de pertenencia, disgusto, falta de representación y rechazo a los partidos políticos se le conoce también como “desafección política” (montero 1994). Ese desapego al régimen y su sistema de representación alcanza un polo negativo definido por una hostilidad completa hacia el sistema político.

Entre los síntomas más importantes que reflejan el ánimo de los electores, se encuentran: ineficacia, disconformidad, cinismo, separación, alejamiento, impotencia, frustración, rechazo y hostilidad. Ello deriva en un proceso compuesto por las “llamadas 5D”: Decepción – Desconfianza- Desafección –Desconexión –Desinterés.

No es descontento, es algo más profundo. El descontento supone la irritación por los rendimientos negativos de un gobierno o de sus dirigentes, ante su incapacidad de resolver los problemas básicos de la población.

El descontento no suele afectar la legitimidad democrática y es, sobre todo, coyuntural. Depende de los vaivenes de una opinión publica vinculada a la popularidad de los gobiernos y de sus políticas.

La desafección política invade, sobre todo, a los nuevos electores: jóvenes, informados, críticos, conectados (millenials), no acarreados a actos partidistas. Estos votantes son los que adoptan una actitud antisistema y presentan dos posturas: a) no acuden a votar, porque no creen en el sistema de partidos, o b) votan para ver perder el partido en el gobierno.

El razonamiento actual es que los ciudadanos ya no votan “a favor de lo que hace el gobierno” sino, votan “en contra de lo que deja de hacer”.

Por: Leonardo Gil

 

Comenta

[wordads]