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19 de abril 2024
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Defensa de políticas racistas reabre doloroso capítulo en historia de Canadá

Defensa de políticas racistas reabre doloroso capítulo en historia de Canadá
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EL NUEVO DIARIO, CANADA.- Canadá ha visto resurgir uno de los capítulos más trágicos de su historia reciente, al escuchar a una senadora conservadora defender en la sede parlamentaria el internamiento forzoso de niños indígenas en residencias escolares que el país hizo durante casi un siglo.

El pasado martes, la senadora Lynn Beyak tomó la palabra en la Cámara alta del Parlamento canadiense y, en vez de hablar sobre el elevado número de mujeres indígenas encarceladas en Canadá, decidió defender las residencias escolares donde miles de niños indígenas sufrieron abusos físicos, sexuales y psicológicos durante décadas.

"Hablo en parte para que conste oficialmente, pero en gran parte en memoria de los gentiles hombres y mujeres con buenas intenciones, y sus descendientes, quizás algunos de ellos en la Cámara, cuyo increíble trabajo, buenas acciones e históricos relatos en las residencias escolares son ignorados en su mayoría", declaró Beyak.

"Obviamente, los asuntos negativos tienen que ser encarados, pero es una desgracia que a veces son magnificados y considerados más importantes que la abundancia de bondad", continuó la senadora ante el horror de la mayoría de los integrantes de la Cámara alta del Parlamento canadiense.

La defensa de Beyak de las residencias escolares se produce un año después de que el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, solicitara solemnemente perdón a los indígenas canadienses por los abusos sufridos por miles de niños en las instituciones que funcionaron durante más de 100 años hasta finales del siglo XX.

La disculpa de Trudeau se produjo después de que la Comisión para la Verdad y Reconciliación de Canadá (CVRC) concluyera seis años de trabajos y publicara un informe que constató que durante décadas el Gobierno canadiense puso en práctica una política sistemáticas de "genocidio cultural" contra los indígenas.

Tomando una página prestada del debate que existe en Estados Unidos sobre "hechos alternativos" y "noticias falsas", la senadora inició su discurso con el preámbulo de que quería "presentar una versión ligeramente diferente de la historia de las residencias escolares".

Pero lo cierto es que las residencias escolares fueron una de las herramientas fundamentales para "extinguir el espíritu de los pueblos aborígenes", como señaló en 2015 el presidente de la CVRC, el juez indígena Murray Sinclair.

Según los datos recopilados por la comisión, durante más de 100 años de existencia (la última residencia escolar cerró sus puertas en 1996), cerca de 150.000 niños indígenas fueron internados de forma forzosa en establecimientos situados a centenares e incluso miles de kilómetros de sus hogares.

Las residencias escolares estaban operadas por instituciones religiosas cristianas. Algunas contaban con sillas eléctricas con las que se castigaba a los niños por "pecados" como expresarse en sus lenguas aborígenes.

Los abusos físicos, sexuales y psicológicos eran habituales y al menos 6.000 niños murieron en los internados por malnutrición y enfermedades pero también por los castigos físicos.

En un caso que recuerda los horrores del nazismo, justo tras la Segunda Guerra Mundial, niños indígenas en las residencias escolares fueron utilizados en experimentos "científicos" gubernamentales para ayudar a entender los efectos y resistencia del organismo humano a la malnutrición.

En la actualidad, viven en Canadá unas 80.000 personas que sobrevivieron a las residencias escolares y numerosos especialistas han indicado que muchos de los problemas sociales que hoy en día afectan a las comunidades indígenas canadienses son fruto directo del trauma sufrido por generaciones en los internados.

Para ellos y muchos otros canadienses, las palabras de Bayek, que fue nombrada senadora por el anterior primer ministro canadiense, el conservador Stephen Harper, han reabierto una de las heridas más dolorosas de la historia reciente del país.

Nada más terminar su alocución, Sinclair, el presidente de la CVRC y que ahora es también senador, tomó la palabra para dirigirse a su colega.

"Estoy un poco escandalizado, senadora, que todavía tenga este punto de vista que ha sido demostrado incorrecto desde hace años. Pero, a pesar de ello, acepto que tenga el derecho a tenerlo", dijo Sinclair.

Sin embargo otros, como el diputado socialdemócrata Romeo Saganash, sobreviviente de las residencias escolares, no han sido tan magnánimos y han solicitado su renuncia, lo que va a ser difícil de conseguir dadas las arcaicas normas del Senado canadiense.

Lo que preocupa a muchos es que las palabras de Bayek se enmarcan en la carrera por el liderazgo del Partido Conservador de Canadá en el que una de las candidatas favoritas, la diputada Kelly Leich, está encabezando encuestas gracias a propuestas que son consideradas racistas y similares a las ideas de Donald Trump en Estados Unidos.

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