Todo indica que el responsable del asalto al Capitolio, el 6 de enero de 2021, con la deliberada intención de impedir la elección de Joe Biden y quedarse en la presidencia como presidente de facto fue Donald Trump, entonces presidente en ejercicio de Estados Unidos.
Él convoco a los que se reunieron alrededor del Congreso de Estados Unidos, y peor aún los arengó para que se comportaran como turba multa y para que entraran al Capitolio e impidieran, usando métodos no democráticos, la reunión en conjunto del Congreso para que las actas de votación que daban a Biden ganador de las elecciones no fueran conocidas y quedara consumado el golpe de Estado.
Si él fue el convocante y responsable de esa rebelión contra el Capitolio y contra la democracia, entonces él también debe ser procesado.
Y no solo debe ser procesado, sino que él, Trump, debe asumir y pagar las consecuencias de su accionar ese día contra la Constitución y contra la democracia.
Hemos visto como los demás responsables inferiores han sido procesados por la Comisión del Congreso estadounidense que conoce el caso.
Esa rebelión contra el Congreso de parte de republicanos seguidores de Trump fue una abierta conspiración o rebelión contra la Constitución y la democracia y contra el mismo Congreso federal.
Todos los responsables de esa rebelión deben ser procesados y pagar las consecuencias.
Trump nunca pudo demostrar en ningún Estado que se le hizo fraude.
Toda la campaña antidemocracia de Trump se basó siempre en alegatos sin sentido y sin pruebas de ningún tipo.
La Constitución y la democracia y la ley tienen que estar por encima de cualquier ciudadano, haya ejercido o no la Presidencia de la República.
Y en el caso de Trump es peor porque todo lo que hizo contra la Constitución y la democracia lo hizo siendo presidente federal de esa gran nación del Norte.
Con ese accionar, Trump colocó a Estados Unidos en una situación muy delicada respecto de las naciones contrastantes y contrarrestantes en la geopolítica mundial como son Rusia y China Popular.
Hay quienes temen que la gente de Trump se lance a las calles si éste es enjuiciado, pero yo particularmente creo que la posibilidad de que esto se dé no debe evitar el procesamiento de Trump.
Las aspiraciones de Trump en un momento en que su popularidad está muy baja podrían ser para evitar ser procesado.
Pero de todas maneras la República y sus instituciones, la Constitución, la democracia y el Capitolio, están muy por encima de Trump.
De ser así, y es así, el procesamiento de Trump no debe ser evitado o soslayado.
Por: Dr. Víctor Manuel Peña
*El autor es economista, abogado y miembro de la dirección central de la Fuerza del Pueblo (FP).