El destino inevitable de un pueblo está estrechamente vinculado a las decisiones políticas que se tomen en un momento dado de la historia. El mundo de hoy se caracteriza en gran medida por la falta de fe, por un egoísmo aberrante, la falta de solidaridad y poco amor por sus semejantes.
Sin embargo, hoy podemos decirle al mundo, que hubo un líder político que fue capaz de dejar atrás marcadas diferencias coyunturales, egoísmo, egocentrismo, personalismo y todas las pobrezas humanas que amenazan constantemente a los seres vivientes, para dar paso sólidamente a la democracia. “que gane el que el pueblo decida”.
De nuevo, su actitud apremiante enfocada en el bienestar colectivo es lo que genera confianza y seguridad en beneficio de la buena gobernanza. Ello ha hecho posible que comparta con otros líderes mundiales la primacía en la simpatía de los pueblos.
Esta clarividente decisión del presidente Medina, a pesar de contar con los recursos a su merced para dictar lo contrario, nos habla de un ser humano que se coloca por encima del común y nos tramite un noble ejemplo de actuar con la debida responsabilidad cuando se trata de tomar decisiones que afectan el destino de un pueblo.
Y es que para nadie es un secreto que la República Dominicana, ha visto nacer una nueva etapa de progreso justamente en la era del PLD. Una época que marca un largo periodo de estabilidad económica y sostenibilidad en el avance de importantes indicadores sociales. Logrando alcanzar un liderazgo regional en diversas áreas que sirven de paradigma ante organismos internacionales especializados del sistema de las Naciones Unidas.
Época que tiene como uno de los grandes referente y de los protagonistas fundamentales de ese nuevo escenario de prosperidad al propio presidente Danilo Medina. Por lo que, consciente de que, el PLD en el gobierno se erige como la garantía de la trascendencia en el tiempo de su obra, sabiamente opta por validar a su partido de caras a una nueva victoria, despojándose del interés personal y malestar que puede inferir la salida del poder. Con su paso propio de seres valientes, hace un llamado vehemente a la unidad.
Por ello, frente a la crisis de liderazgo notorio, comprometido con el desarrollo de sus pueblos, no solo en nuestra región Latinoamericana y Caribeña, sino en el mundo, evoco aquel pasaje bíblico, “por sus hechos los conoceréis”, para reiterar nuestra petición, (que ya es de mucho), de que el presidente Danilo Medina sea habilitado para el futuro.
En la actual competencia a la presidencia, el Green Team del PLD conformado por 11 aspirantes es formidable, hay mucha valía, historia y compromiso país en cada uno de sus componentes. No obstante, en la presente circunstancia, solo hay uno con la estatura de los grandes que garantiza retener la presea del PLD.
El gran reto es optar por una opción válida capaz de vencer al principal oponente del partido morado y la estrella amarilla. Especialmente, cuando hay amenazas de que un invento de partido sin filosofía y compromiso con la historia asalte el país.
Por José Manuel Castillo Betances