Nuestro país como el resto del Caribe, por su ubicación geográfica está constantemente sometido al peligro que representan los fenómenos atmosféricos como son los huracanes y las tormentas tropicales. Durante el periodo comprendido del 1ero de junio al 30 de noviembre de cada año se van formando de manera paulatina, teniendo como lugar de origen la costa oeste del norte de África desde donde inician su recorrido hacia el caribe, donde nos encontramos.
Históricamente nos ha tocado enfrentarnos a los embates de dichos fenómenos, algunos de los cuales han sido devastadores para nuestro país, entre ellos el huracán San Zenón en 1930, David en 1979 y George en 1998, causantes de pérdidas humanas y graves daños a la agricultura, viviendas e infraestructuras públicas.
La temporada ciclónica del presente año 2017 aun no termina, pero desde ya ha batido algunos récords por la cantidad y el poder de los fenómenos que se han formado, tal es el caso del huracán Irma que se convirtió en el huracán más poderoso del que se haya tenido registro en el Atlántico, alcanzando la categoría 5, llegando a alcanzar vientos de 300 km/h y dejando una estela de desastre en varios países de la región.
Gracias a Dios aún no hemos sido impactados de manera directa por ninguno de los fenómenos que se han formado en la presente temporada, pero ello no significa que no hemos sido afectados de manera considerable, primero por Irma y luego por José, ambos dejaron secuelas importantes en todo el país, pero principalmente en el litoral costero comprendido desde de Punta Cana hasta Monte Cristi donde se sintieron fuertes ráfagas y hubo importantes precipitaciones. El presidente Danilo medina tuvo la razón al abandonar la 72va Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU), con miras a afrontar la gran amenaza que significaba el huracán “María” para la República Dominicana, debido a que como jefe de Estado y de Gobierno es una responsabilidad propia de un mandatario responsable.
Lo fundamental era afrontar de manera directa los peligros de fenómenos tan devastadores como los huracánes Irma y María, no importa la eficiencia que tengan sus funcionarios, porque como reza la frase célebre del gran pensador del asiático Buda Gautama, cito: “el respeto que le das a los demás, es un claro respeto que te das a ti mismo”. Es precisamente allí donde se puso a prueba la capacidad de nuestros organismos de emergencia y el gobierno dominicano en general, quedando evidenciado que cada vez van siendo más eficientes en cuanto a la prevención, logrando disminuir con respecto a años anteriores las pérdidas humanas y tomando todas las previsiones de lugar con la habilitación de albergues en todo el país y manteniendo informada a la población minuto a minuto. Una vez pasado los efectos de dichos fenómenos la respuesta contundente del gobierno dominicano no se hizo esperar, y el presidente Danilo Medina acudió personalmente junto a varios funcionarios de su gabinete a recorrer las zonas más afectadas y tomando de inmediato todas las acciones de lugar con miras a mitigar los daños causados por dichos fenómenos, lo que deja evidenciado el gran avance que hemos tenido en la capacidad de respuesta en materia de prevención y mitigación de desastres convirtiéndonos en un referente regional en esta materia. Con esta actitud responsable del presidente Medina pudo concitar el apoyo de todo el país, pudiendo así organizar un plan de mitigación de desastre efectivo, que al final, gracias a la organización y a la eficiente labor de los organismos de socorro del Estado, ganamos todos, volvió y ganó nuestra amada República Dominicana.
Sirvan estas líneas para expresar nuestra solidaridad con los hermanos puertorriqueños y mexicanos, así como las demás islas del Caribe afectadas por los recientes fenómenos naturales.
Autor: Omar Guevara