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19 de abril 2024
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OpiniónEnrique Aquino AcostaEnrique Aquino Acosta

¡Cuídese de las falsas doctrinas, porque pueden matar su alma!

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Copié textualmente una oración que circula por  las redes sociales, escrita, firmada y  publicada, supuestamente, por un señor llamado Bruno Forte. Según lo que expresa, debe ser un creyente católico. Cito: “Señor Jesús, Salvador del mundo, Esperanza que nunca nos decepciona  ten piedad de nosotros y libéranos de todo mal! Te pedimos que nos proteja del flagelo de este virus, que se está difundiendo, sana a los enfermos, protege a los sanos, ayuda a quienes trabajan en bien de la salud de todos. Muéstranos tu rostro lleno de misericordia y sálvanos por tu gran bondad. Te lo pedimos por intercesión de María, Madre tuya y nuestra quien nos acompaña fielmente. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén. Bruno Forte.”

En primer lugar, no critico la intención de su oración, porque me parece buena. Sin embargo, contiene ideas que mantienen confundidos a la mayoría de católicos, por no decir a todos y  a ellas me voy a referir.

El señor Forte incurrió en varios errores, posiblemente por la mala influencia doctrinal que ha recibido de la Iglesia Católica.  El pide al Señor Jesús, en lugar de hacerlo al Dios Padre, como enseña la oración modelo del Padre Nuestro:Vosotros, pues, oraréis así: Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre. Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra. El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy.  Y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores. Y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal; porque tuyo es el reino, y el poder, y la gloria, por todos los siglos. Amén. (Mateo 6:9-13)

Todo pedido de oración se dirige y se hace al Dios Padre, pero en el nombre de Jesús, quien dijo: Todo lo que pidan al Padre en mi nombre, esto haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo (Juan 14:13).

Y, peor aún, el peticionario hace su pedido por intercesión de  María, cuando es en el nombre de Jesucristo que se debe hacer. ¿Por qué? Porque hay un solo Dios y un solo mediador entre Dios y los hombres, que es Cristo Jesús, quien se dio a sí mismo en rescate por todos, testimonio dado a su debido tiempo (1 Timoteo 2:5)

Por tanto, María no tiene poder ni autoridad espiritual para interceder ni pedir nada por los  pecadores. Solo Jesucristo tiene esas facultades espirituales para interceder por nosotros los pecadores, ante el Dios Padre. Es una verdad que todo creyente en Dios  debe entender, creer  y aceptar.

Ahora bien, ¿Saben ustedes por qué la Iglesia Católica enseña que María intercede por los pecadores? Lo hace porque se apoya en una necesidad material, que hubo en las Bodas de Caná: el vino que tomaban los invitados se había terminado. Entonces, María, que estaba allí, lo comunicó a Jesús, quien ordenó de inmediato, que llenaran seis tinajas de agua y las convirtió en vino,  realizando de esa manera, el primer  milagro de su  ministerio evangélico (Juan 2:1-11)

Amigos  lectores, pueden darse cuenta que la intervención de María, en aquella ceremonia social, no fue de carácter espiritual, sino, de carácter material. Por eso, la  Iglesia Católica  debe desistir de la postura que mantiene sobre este asunto doctrinal, porque carece de fundamento bíblico.

En vista de lo expresado hasta aquí, insisto en aclarar aun más, lo siguiente: 1) María no tiene poder ni autoridad espiritual para interceder por los pecadores. ¿Por qué? ”Porque los que murieron (caso de María) nunca más tendrán parte en todo lo que se hace bajo el sol”(Eclesiastés 9:6)

2) María no es la madre de Dios. No lo es, porque Dios existe antes de todo lo creado, incluida María (Juan 1-3, 9,10)

3) María no es nuestra madre. Todos los seres humanos, a excepción de Adam, han tenido y tienen una madre biológica. Eso fue María para Jesús de Nazaret, el hijo del hombre, la madre biológica, pero no del que descendió y ascendió a los cielos en Espíritu: el Unigénito Hijo de Dios (Juan 3:16 y Efesios 4:10)

4) Tampoco María acompaña a las personas. El peticionario de la oración afirma que María “nos acompaña fielmente”. Falso. ¿Por qué?  Porque el único que acompaña y acompañará  a cada creyente, hasta el fin del mundo, es el Espíritu Santo (Mateo 28:20 y Juan 14.16-18)

5) Yo no pretendo restarle méritos espirituales a la madre de Jesús, porque sé que los tiene. Solo trato  de aclarar los errores doctrinales que mantiene la Iglesia Católica sobre ella, a pesar de que  las Sagradas Escrituras la desmienten. ¿Por qué? Porque son inspiradas  por Dios, porque permanecen para siempre  y son útiles  para enseñar, reprender, corregir e  instruir en justicia a los hombres y mujeres  de Dios para que hagan  buenas obras (2 Timoteo 3:16-17)

Por tanto, ¡Cuídese de las falsas doctrinas, porque pueden  matar su alma!

Por: Enrique Aquino Acosta

 

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