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20 de abril 2024
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OpiniónLuis Columna SolanoLuis Columna Solano

Cuidado con el entorno

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En el devenir de los tiempos en mi querido país, los entornos han sido causantes de la desgracia de mucha gente buena, que sin saber de quien verdaderamente se rodea, han caído en el error de dejarse dirigir y acompañar por ellos.

Esa situación es normal en todos los estratos de la pirámide social dominicana, así como del resto del mundo. Así nos podemos encontrar con un gran y prospero empresario que a consecuencia de un mal acompañante, pierde perspectiva y hasta se va a la quiebra. Lo mismo ha ocurrido con políticos de varios niveles como Alcaldes, Regidores, Diputados, Senadores y también presidentes de la República quienes sus respectivos entornos, han enlodado sus posibilidades de triunfo electoral y han mermado su popularidad en algún momento cumbre.

Joaquín Balaguer, ex presidente de la República en siete ocasiones, versando sobre las circunstancias que rodearon la muerte del periodista Orlando Martínez el 17 de marzo del año 1975, aseguró que alrededor de un presidente en ejercicio, habían fuerzas incontrolables que actuaban por su cuenta y que por ello, la opinión pública podría convertir un crimen particular, en un crimen de Estado.

El  ex presidente Salvador Jorge Blanco también fue acusado de cometer el crimen de Estado del casa cambista Héctor Méndez, el 4 de enero del año 1985, por ser supuestamente el responsable junto a los hermanos De la Cruz Gálvez, de la subida de la prima del dólar y el deterioro de la economía nacional.

Leonel Fernández, ex presidente de la República tampoco ha escapado a duras acusaciones formuladas por sectores de opinión pública, por su supuesta tibieza sobre actuaciones  deshonestas de prominentes hombres de su entorno más cercano. No obstante cabe destacar que  en política, las cosas que no se ven, son más que las que se ven. La verdad es que los presidentes en ejercicios, no son responsables penales de las actuaciones de sus funcionarios, aunque sí lo son de forma política.

Jacobo Majluta, ex presidente de la Nación, no experimentó experiencia en ser acusado de cometer crímenes de Estado, quizás porque su gobierno duró solo 43 días, sin embargo no pudo salvarse de ser acusado de cometer graves actos de corrupción administrativa y abuso de poder;  y su antecesor, el ex presidente Antonio Guzmán Fernández también se le atribuyó haber sido débil con su entorno más íntimo e incluso, familiares a quienes se le atribuyeron la sustracción de Obras de Arte de la Casa de Gobierno. 

En la presente gestión y hablando de un tema de actualidad, no han faltado quienes han osado en catalogar el crimen del joven abogado Yuniol Ramirez, como un crimen con vinculaciones políticas, dadas las fuertes críticas del occiso al gobierno y algunos funcionarios.

Sobre el particular, quiero manifestar que conocí personalmente al malogrado catedrático universitario, con quien compartí aula en la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) en 1993.  Al escuchar las primeras declaraciones ofrecidas por las autoridades respecto al crimen, he quedado como todos (…), sorprendido por las personas implicadas. A todo esto cabe destacar que tanto la Policía Nacional, así como el Ministerio Público están trabajando a destajo para esclarecer el caso ante la opinión pública.

Si las autoridades judiciales y policiales concluyen satisfactoriamente el caso sin dejar suspicacia, el país y su ciudadanía, estarían devolviendo la confianza a un debilitado sistema de justicia para beneficio de todos.

El mejor respaldo  a un verdadero estado de Derecho, es un Régimen de consecuencias.

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