EL NUEVO DIARIO, NUEVA YORK._ Cuatrocientas ciudades y municipios de Estados Unidos, se encuentran bajo toque de queda (Curfiew en inglés), con cuya medida las autoridades buscan contener la indetenible violencia que cada día cobra varias vidas en tiroteos, atracos y asaltos, protagonizados mayoritariamente por adolescentes y jóvenes en las calles.
El toque de queda, también tiene el objetivo de reducir la violencia de las pandillas en ciudades plagadas de gangas, entre estas Paterson y Newark en Nueva Jersey, donde los comerciantes comenzaron a quejarse desde ayer miércoles, alegando que sus ventas están bajando considerablemente por la medida.
Filadelfia en Pensilvania, es otra de las ciudades que asumió la medida.
Los establecimientos que impacta el toque de queda son principalmente los liquor stores, bares, restaurantes, discotecas, lounges y otros centros de diversiones a los que la medida impone cerrar a las 10:00 de la noche.
Para los adolescentes hasta los 18 años, el toque de edad, les prohíbe andar en las calles sin la compañía de un adulto, en algunas ciudades, pero en la mayoría de las localidades, deben recluirse en sus hogares desde las 6:00 de la tarde a las 6:00 de la mañana.
El patrullaje ha sido reforzado y por las noches, las calles están desiertas y el tránsito de vehículos es drásticamente reducido.
Ayer, el recién juramentado alcalde d Paterson, Andre Sayegh, tuvo que salir en defensa de la medida, que en pocas horas, ya se registra una merma importante en los niveles de los crímenes que tienen su caldo de cultivo básicamente en las calles, como tiroteos, atracos, robos y pandillerismo.
Se han colocado fijas en puntos estratégicos de las localidades bajo el toque de queda, avisando la medida, el horario en que debe cumplirse y las multas a los violadores que oscilan entre los $250 a los 1,000 dólares y tiempo en la cárcel a los reincidentes.
En Newark, ciudad de Nueva Jersey en la lista de las más violentas e inseguras de Estados Unidos, el alcalde dijo que allí también el índice de criminalidad está en notorio descenso después que se aprobó el toque de queda.
Las medida entró en vigencia el pasado fin de semana y el modelo parece que será seguido por muchas más ciudades y distritos en los que los niveles de crímenes están sobre las tasas “normales”.
En Nueva York, ningún legislador o autoridad oficial, se ha referido a le necesidad de un toque de queda al menos en las zonas de más alto riesgo de inseguridad.
