EL NUEVO DIARIO, BOGOTÁ,(EFE).- Las autoridades de Colombia, España, Estados Unidos y Australia desmantelaron una banda dedicada al tráfico de cocaína en vuelos comerciales que era liderada por un ciudadano español y arrestaron a 30 de sus integrantes, se anunció hoy en Bogotá.
La droga, procedente del suroeste de Colombia, era enviada principalmente a Estados Unidos, España y Australia en maletas despachadas en vuelos comerciales y el pago se hacía mediante operaciones en casas de cambio, explicó en una rueda de prensa con autoridades de los cuatro países el director de la Policía colombiana, general Jorge Hernando Nieto.
Según la Policía, la llamada «Operación Embajador» permitió la captura de 11 personas en Colombia, 10 en España, seis en Australia y tres en Estados Unidos, entre ellos el señalado jefe de la mafia, identificado como el español Jorge Juan Merlo, capturado en Cali (suroeste) y «conocido en el mundo del delito» con los alias de «Mono» o «Pálido».
El general Nieto detalló que Merlo «manejaba un bajo perfil» y que realizaba viajes constantes a Italia, España, Estados Unidos y Australia, donde hacía «directamente los contactos» con las bandas criminales.
Para pasar desapercibido, no utilizaba vehículos de alta gama, sino que se desplazaba en medios de transporte público.
Merlo «tiene procesos judiciales abiertos» en Colombia, Estados Unidos, Europa y Australia «por tráfico de drogas», agregó la Policía.
«La cooperación internacional fue fundamental para el éxito de la ‘Operación Embajador’, que constituye uno de los grandes golpes efectuados al narcotráfico en los últimos tiempos», manifestó el general Nieto.
En la operación, que se llevó a cabo «en un tiempo récord de seis meses» intervinieron además la Fiscalía colombiana, la Guardia Civil española, el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos y la Policía Federal de Australia, añadió la información.
El oficial agregó que tras la investigación determinaron que esa red de narcotráfico pagaba a bandas criminales locales para «amenazar», «secuestrar» e incluso asesinar a los trabajadores responsables de custodiar la droga cuando esta era incautada.
La operación permitió además la incautación de 790 kilos de cocaína y el decomiso de 10 vehículos, 21 teléfonos celulares, un arma de fuego, ocho pasaportes y más de 200.000 dólares.
«La investigación continúa para poder determinar si hay otras personas que estén involucradas en diferentes lugares de toda esta cadena criminal», agregó el general Nieto.
Asimismo, explicó que además de la «Operación Embajador» están en marcha otras investigaciones en conjunto con autoridades de otros países para continuar la lucha contra el narcotráfico.
Por su parte, la directora Especializada contra las Violaciones a los Derechos Humanos de la Fiscalía colombiana, Stella Leonor Sánchez, afirmó que de los once capturados en el país ocho de ellos aceptaron los cargos, por lo que pueden pagar entre 12 y 30 años de prisión.
