Santo Domingo 23 / 31 Soleado
ENVÍA TUS DENUNCIAS 829-917-7231 / 809-866-3480
25 de abril 2024
logo
OpiniónFrancisco S. CruzFrancisco S. Cruz

“Cuando un amigo se va…”

COMPARTIR:

Alberto Cortez, ese grande del arte y el canto –ya ido- le legó a la humanidad un himno a la amistad, su canción: “Cuando un amigo se va”. Y no hay quien no haya pasado por el trance, amargo y doloroso, de perder a un amigo y no remembrarlo y revalorarlo oyendo ese poema-canción que nos rompe el alma y nos embarga de nostalgia; pero, al mismo tiempo, nos desahoga, aun bajo el llanto, por la ausencia de ese amigo que ya no estará más con mostros –al menos, físicamente-, pues se ha ido a otro plano etéreo, quizás más placentero y alentador que este carnaval, pasajero y de disfraces, que es nuestro paso por la tierra.

Así estoy yo -dolido, atónito y abatido-, y sé que muchos también, por la pérdida de un gran amigo y compañero de partido, al que siempre le estaré agradecido por brindarme su amistad, su solidaridad y su impagable gesto de ser mi voz cuando nadie, excepto otro amigo, hizo de mi voz a cambio de nada; o, más seguro, de bienhechor ante miradas fulminantes. Gracias, querido e inolvidable amigo, Antonio Vargas, porque además de hombre de fe, fuiste funcionario ejemplar y colaborar incondicional del Presidente; que también sé esta herido, triste y dolido en el hondón de su alma -en medio del drama sanitario nacional- por la pérdida y dolorosa realidad de que ya no recibirá más la visita del hermano, amigo, compañero y colaborar, siempre de buenas nuevas, para reafirmar que la amistad y la lealtad existen. Lo sé: ¡Estamos devastados!

A su compañera y esposa, doña Rosa -y también a sus hijos: Rafael, Moisés, Iván y David-, que reciban este pésame público; pero también la certeza de que tuvieron, como esposo y padre, a un ser humano excelso y de infinita mansedumbre, creyente militante y hombre íntegro que jamás se creyó el poder como una presea particular, sino como una oportunidad para servir y darse a los demás….

Quiero terminar, este desahogo-dolor, con una estrofa de esa canción que resume mi dolor -¡y el de tantos!-, y es esta: “Cuando un amigo se va/Galopando su destino/Empieza el alma a vibrar/ porque se llena de frío…” (Que en paz descanse, querido amigo; y hasta siempre…!).

Por Francisco S. Cruz

Comenta

[wordads]