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OpiniónDario NinDario Nin

Cuando Dios está a tu favor hasta tu persecutor termina de tu parte

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1 de mayo de 2021

Dios en su soberanía te elige para ciertas tareas y Él va usando a quien entiende, para la consecución de la misma.

Dios permite que lleguen situaciones a la vida de los llamados, que desde la óptica humana parecen sin sentido ya veces indeseadas. Pero; habrás escuchado en más de una ocasión que Dios es soberano y que Él conoce el final antes de que tú, conozcas el principio.

Un filisteo gigante y «poderoso» llamado Goliat temido por todos, es el instrumento seleccionado por Dios para iniciar en David su transición de cuidador de ovejas a rey.

Sin Goliat, David, fuera del propósito de Dios, no habría existido en la memoria de nadie. Pero la vida tiene sus «bemoles» que sólo ella por el designio del Soberano desarrolla.

Un espíritu maligno enviado por el mismo Dios trastorna al Rey Saúl, para que se ensañe con un siervo fiel y súper útil como lo fue David para Saúl.

David haciendo las cosas bien y sin propósito de quitar “gloria” a Saúl se convirtió en el líder del Pueblo. Bastó que el pueblo se manifiesta en su favor para que el egoísmo se apoderara del rey y temiera al compartir “su gloria”.

Conviene recrear parte del capítulo 18 de Primera de Samuel para que me entiendan mejor.

“Después de que David mató al filisteo Goliat y regresó con el ejército, las mujeres de todas las ciudades israelitas se reunieron para recibir al rey Saúl y danzar y cantar al son de panderos y otros instrumentos musicales, pero en sus cantos y danzas decían: Saúl mató a miles de guerreros, pero David mató a más de diez mil. Cuando Saúl oyó esto, se enojó mucho, pues le desagradó escuchar que a David le reconocieran haber matado diez veces más soldados que a él, así que dijo: «Ahora sólo falta que David se quede con mi reino». Y desde ese día le empezó a tener mala voluntad.

Al día siguiente, el espíritu maligno enviado por Dios atacó a Saúl, y éste andaba como loco por toda la casa. Y mientras David tocaba el arpa, como todos los días, Saúl andaba con una lanza en la mano. De pronto, Saúl arrojó la lanza contra David, esperando dejarlo clavado contra la pared. Pero David lo esquivó dos veces. (RVC)

Este henchido por el resentimiento y el egoísmo procuró desde entonces no descansar hasta matar a David y es en ese contexto que sus emisarios van tras él una y otra vez, pero terminan transformados a su favor y profetizando se quedaban y no regresaban, hasta que el mismo Saúl decide ir a buscarlo en persona y él también profetizó.

Le recreo a 1era de Samuel 19: 18-24 y es muy probable que me dé a entender mejor:

“Y David huyó hasta Ramá, donde vivía Samuel, y le contó cómo Saúl había intentado matarlo. Entonces los dos se fueron a vivir en Nayot. Saúl supo que David y Samuel estaban en Nayot de Ramá, y envió mensajeros para que lo llevaran a su presencia; pero al llegar, vieron un grupo de profetas dirigidos por Samuel, que estaban profetizando. Entonces el espíritu de Dios vino sobre los mensajeros, y también ellos comenzaron a profetizar.

Cuando lo supo Saúl, envió a otros mensajeros, y también ellos profetizaron. Y Saúl envió por tercera vez a otros mensajeros, y también ellos profetizaron. Entonces Saúl mismo fue a Ramá, y cuando llegó al gran pozo que está en Secú, preguntó: «¿Dónde están Samuel y David?» Uno de los hombres respondió: «Están en Nayot de Ramá.» Y Saúl los fue a buscar, pero el espíritu de Dios también vino sobre él y, mientras caminaba, iba profetizando hasta llegar a Nayot de Ramá. Al llegar delante de Samuel, se quitó la ropa y, totalmente desnudo, siguió profetizando todo el día y toda la noche. Desde ese día la gente suele decir: «¿También Saúl anda entre los profetas?»

Pienso que no le cabrá duda a nadie sobre que, cuando Dios decide un propósito sólo Él en su soberanía decide el final y que no habrá saeta, lanza, dardo o flecha que te arrojen que den en ti, como su blanco de destino. Todas quedarán incrustadas en la pared. Y si alguna te hiriere y te saca de combate no dudes ni por un instante que ha sido la voluntad de Dios para preservarte para algo más significativo.

Recuerda que el mismo Saúl salió en busca de unas asnas extraviadas, propiedad de su padre. No las halló, pero se convirtió por esa búsqueda fallida, en el rey. ¡Soberanía de Dios!

Es bueno, en el plano local, indagar la historia política del presidente actual de estos tres cuartos de isla. Te aseguro es aleccionador

Hasta la próxima.

P0r Darío Nin

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