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19 de abril 2024
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OpiniónElvis ValoyElvis Valoy

¿Cuál es la fanaticada más entusiasta en el Clásico Mundial de Béisbol 2017?

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Como un regalo que no se espera, esta cuarta versión del Clásico Mundial de Béisbol ha traído muchas sorpresas, y cada día este espectáculo deportivo se va ganando el cariño de grandes mayorías en diferentes y variados países.

Una de las grandes sorpresas del certamen beisbolero ha sido el público que sigue a sus equipos, que lo hace con la fidelidad con que un devoto le rinde pleitesía a una deidad.

La afluencia de la fanaticada en los diferentes estadios, tanto en el continente asiático como americano es testigo fidedigno de esa lealtad.

Los cuatro grupos que han contendido en esta disputa en la que participan alrededor de 63 peloteros de Grandes Ligas, considerada por muchos la verdadera Serie Mundial del Béisbol, han mostrado la pasión que genera la pelota.

El grupo A, formado por Israel, Corea del Sur, Holanda y Taiwán, en donde resultó victorioso la Naranja Mecánica, movilizó a grandes grupos al parque de béisbol en Seúl.

El grupo B, en donde se enfrentaron Cuba, Japón, Australia y China, y en el que los nipones se impusieron, fue un derroche de entusiasmo y adrenalina en el Tokio Dome, en donde asistían alrededor de 50 mil fanáticos por juegos. Hasta orquestas musicales asistieron al estadio japonés.

De los grupos que se disputaron la victoria en el continente asiático, la fanaticada japonesa siguió a su novena, animando cada partido, y demostrando fervor frente a cada jugada que le favorecía.

De la primera fase se pasó a la Segunda Ronda, y de los grupos A y B surgió el E, conformado por los conjuntos de Japón, Israel, Cuba y Holanda que batallaron sin tregua hasta ganar el mejor.

Igualmente de los grupos C y D salió el F, integrado por República Dominicana, Puerto Rico, Venezuela y Estados Unidos, que mantienen en la ciudad de San Diego una titánica lucha por los dos primeros lugares, que les otorgará sus pases a la semifinal.

El grupo C, conformado por Italia, México, Puerto Rico y Venezuela, y que desarrolló su acción en Guadalajara, movilizó a grandes grupos al estadio de Jalisco, y el conjunto azteca exhibió una fanaticada fiel que en ningún instante renunció a sus deseos de triunfo.

Lamentablemente, México fue eliminado por la regla que establece que cuando tres equipos están igualados, el desempate se soluciona por el número de carreras permitidas, divididas entre el total de entradas disputadas.

A pesar de que el equipo mexicano fue eliminado, lo cierto es que la patria del pelotero Adrian González cuenta con entusiastas seguidores y seguidoras, que persiguen su selección a todo lugar.

Hubiera sido aleccionador ver las hinchas del tri beisbolero abarrotar en esta segunda ronda el estadio de San Diego, pues siempre mostraron consistencia en el seguimiento de su seleccionado.

En Guadalajara fue tangible la participación boricua, que no solo se impuso de manera invicta en ese grupo, sino que también extasiaron el campo de juego con la alegría y el sabor caribeño a ritmo de plena.

Ahora bien, si hay una fanaticada que hay que “sacarle su comida a parte” y que ha sentado precedente en este clásico, esa ha sido la dominicana.

Los dominicanos y dominicanas enseñaron en Miami que el “Plátano Power” no juega solo, y que cuenta con miles de personas que forman parte de su roster, motivando a las tropas nacionales a jugar con el corazón.

El estadio de los Marlins recibió alrededor de 100 mil personas en los tres juegos en que participó el equipo dominicano. La fanaticada acudió al llamado de la novena dirigida por Tony Peña con ahínco y anhelo, abarrotando todo el espacio, y al mismo tiempo dando cátedra de alegría y satisfacción, en donde la bachata y el merengue no pararon de sonar a diestra y siniestra.

La impronta dominicana en este Clásico de Béisbol 2017 quedó plasmada en cada partido, en donde la muchedumbre que sigue al Plátano Power instauró una moda con toda una parafernalia novedosa y atractiva, como lo es el símbolo de la musácea, queriendo ser imitado por una gran parte de los países participantes.

No en vano la República Dominicana es considerada una de las naciones más alegre del mundo, por lo que la participación del público en este torneo de pelota ha sido únicamente un juego más de esa realidad cadenciosa que caracteriza al dominicano y la dominicana, y que parece estar en sus genes.

 

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