De acuerdo al libro de la Biblia Lucas: 8:17 que dice: “pues no hay nada oculto que no haya de ser manifestado, ni secreto que no haya de ser conocido y salga a la luz”.
Este texto bíblico se ajusta mucho a la realidad que desde hace varios años ha estado experimentando la República Dominicana, donde hemos estado escenificando una serie de acontecimientos relacionados con asesinatos espeluznantes que más temprano que tarde han salido a la luz pública.
Crímenes que atribuidos a causas pasionales, políticas, corrupción o no, han estremecido a la ciudadanía, cuya característica principal que tienen en común es la premeditación.
Sobre estos casos que pocos ignoran solo voy hacer referencia a los de la niña Carla Massiel, en el km. 22 de la autopista Duarte; el ex monaguillo Fernelys Carrión, de Villa Mella; Emely Peguero, de San Francisco de Macorís; Diaskary Gómez, de Fantino; y el más reciente que actualmente está ocupando la palestra pública, el del abogado y catedrático Juniol Ramírez Ferreras.
En donde los confesos autores de dichos crímenes quisieron en su momento eludir sus respectivas responsabilidades en la comisión de esos delitos, ocultando evidencias, para así poder burlar el intelecto de la población y las autoridades, valiéndose de artimañas que al final les resultaron fallidas.
Pero, ¿Qué ha quedado evidenciado en cada uno de estos casos?, ¿Qué tienen en común?, la respuesta más acertada y que hemos podido constatar es: QUE EL CRIMEN PERFECTO NO EXISTE, ya que es notorio que siempre quedan “cabos sueltos” que llevan a los investigadores a la verdad.
No obstante, hay casos que quedan resueltos con mayor brevedad que otros, porque actualmente la población espera con optimismo se resuelva el de la joven embarazada Thalía Rosario de Bonao que fue asesinada de 21 puñaladas un día antes de dar a luz, en Octubre del 2016, por lo que sus familiares y ese municipio han hecho diversas manifestaciones exigiendo justicia.
Independientemente de este caso, lo cierto es que quienes cometen estos asesinos por más esfuerzos que hagan para ocultar el hecho, no han tenido la suficiente astucia para evadir a los organismos de inteligencia de nuestro país, los cuales han demostrado ser muy eficientes en su labor.
Sin embargo, “los protagonistas” de estos sucesos al tramar estos asesinatos se enfocan solo en su macabro plan, olvidando erróneamente que todo se va a descubrir y peor aún del daño a causar a la familia de la víctima y a las suyas propias, llevando dolor a ambos lados y a la sociedad misma.
Mientras la ciudadanía observa con asombro e impotencia como se han ido perdiendo el respeto a la vida, el temor a Dios y el amor al prójimo, donde lo más importante ahora mismo son los intereses particulares.
Lo recomendable para los que atraviesan por situaciones difíciles con alguna persona es que analicen con sensatez la manera de resolverlo, ya que la decisión por la que están optando algunos, no es la más recomendada, porque les aseguro que como dice el capítulo de la biblia en mención, lo van a descubrir.
Además, tratar como seres imperfectos de tomar una decisión que no manche ni afecte moralmente lo más preciado que tenemos, pero a estos malhechores como que se les olvida, como es la familia, porque qué vergonzoso seria someter a nuestros hijos, nietos, madre y demás familiares a ir a visitarte a una cárcel por tales motivos. Dios nos libre!!!