La pandemia causada por el virus Covid-19, que ha provocado ya la muerte de decenas de miles de seres humanos en el mundo, además de haber hecho colapsar los sistemas de salud de los países más desarrollados, y ni mencionar los menos desarrollados, también amenaza con provocar una gran catástrofe económica, así como también provocar inestabilidad política por doquier.
La realidad sorprende al gente común, así como también a los expertos, a los gobernantes y a los profesionales en las distintas materias, ya que nadie advirtió que lo que se estaba incubando en China iba a tener las consecuencias que ahora se observan en la mayoría de los países del mundo.
Aún faltan razones y explicaciones para entender por qué un virus parcialmente nuevo, porque posee 70% del virus de donde proviene, puede provocar una pandemia de magnitud y alcance desproporcionalmente mayor a las que alcanzó su antecesor.
Tampoco se puede explicar aún el por qué de la tan rápida y efectiva propagación a pesar de que muchos países tomaron ciertas medidas preventivas en puertos y aeropuertos, a los fines de impedir la entrada a este agente patológico a sus respectivos territorios.
Cualesquiera que sean las razones, la verdad es que Covid-19, un coronavirus de los SARS, se encuentra esparcido por prácticamente todo el mundo, enfermando y matando a gentes que nunca se imaginaron que iban a terminar su vida de la manera que este virus los ha puesto a terminar.
Peor es aún imaginarse que, con excepción de China, todavía ninguno de los países afectados logra ni siquiera visualizar en qué momento se logrará el famoso pico de la circulación, ni mucho menos poder asegurar cuántas serían las víctimas que este agente infeccioso va a provocar.
Aunque aún no se ha podido establecer con certeza si el Covid-19 es una mutación natural o si es producto de la manipulación artificial del Genoma de otra cepa de virus de los llamados corona virus, lo cierto es que resulta sumamente sospechoso que este nuevo virus en un 30%, pudiera ser tan virulento y al mismo tiempo tan efectivo y rápido en su propagación.
Sin haber aún completado la etapa circulatoria, infecciosa y matadora de seres humanos por este virus, hay quienes se adelantan a afirmar que las pérdidas en términos económicos y políticos podrían ser aún más catastróficos para la humanidad que sobreviva a esta pandemia del Covid-19.
En un próximo artículo analizaremos las posibles consecuencias económicas y políticas que el Covid-19 podría provocar en los distintos países en donde se ha establecido.
Por Ing. José Pérez Méndez