EL NUEVO DIARIO; SANTO DOMINGO.- Casi igual de peligrosa que la neumonía de Wuhan y algo de lo que ni a cuarentena nos protege, resulta ser la desinformación; una pandemia llamada coronavirus y un escenario perfecto para la confusión, auspiciado por la facilidad que nos concede la tecnología para manipular a las masas con noticias falsas en tiempos de histeria.
Efectivos remedios caseros contra el COVID-19, videos gente que cae sin razón en el pavimento, titulares conspirativos que develan los secretos de la sopa de murciélago y hasta una tal «Nube» que predijo el descalabro que traería el 2020.
Crueles, y otras tantas veces cómicos terminan siendo estos bulos de los que ya ni la lógica nos ampara, con el agravante de que, la mayoría carece de todo vínculo con la realidad.
Son varios los confabuladores dominicanos que ya han sido arrestados en República Dominicana (cuna de la creatividad), pues se han dedicado a compartir informaciones falsas en cuanta plataforma digital tengan a la mano y, debido a la popularidad de dicha práctica, el Gobierno ha tenido que anunciar públicamente que seguirá actuando de manera drástica contra sus autores.
Con el fin de que las personas aprendan a identificar la veracidad de las noticias, la revista Revista «The Atlantic» ha publicado un artículo con algunas sugerencias para combatir la difusión de este contenido erróneo.
Lo primero que aconseja la revista es considerar la fuente “y la fuente de la fuente”.
Sostiene que ambos pasos ayudan a proteger contra la desinformación (la difusión intencional de información falsa), así como contra la “malinformación” (la difusión involuntaria e “inintencional” de información falsa).
Entiende que, independientemente de si el mensaje proviene de una red inmediata (un familiar, amigo o vecino) o de un sistema de información más grande (una celebridad o una figura pública), se debe tomar el tiempo para examinarlo antes de aprobar o aceptarlo como un hecho comprobado.
Sugiere que el contenido debe comprobarse con autoridades confiables, como la Organización Mundial de la Salud (OMS).
¿Estás siendo constructivo
El articulo también ofrece sugerencias a quienes suelen hacer publicaciones a través de sus redes, a quienes aconsejan que antes de compartir algo, deben preguntarse si hacerlo es constructivo para todos los que puedan verlo o escucharlo.
En ese sentido le sugiere preguntarse: ¿Lo que estás a punto de compartir es constructivo para esas personas o empeorará la situación?
La ansiedad es natural, pero también viral
El articulo de la indicada revista concluye citando al Dr. Judson Brewer, quien escribió recientemente en Harvard Business Review, “Cuando la ansiedad se propaga por contagio social, definido como la propagación del afecto de una persona a otra, puede conducir a algo aún más problemático: el pánico».
“Es nuestro deber cívico asegurarnos de que todos tomamos las decisiones más inteligentes y no permitamos que los rumores o las teorías de conspiración se propaguen. Debemos hacer un esfuerzo para no difundir rumores o falsedades que puedan dificultar el trabajo de Salud Pública para atender a quienes nos rodean”, concluye.
Hoy mismo, el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, aseguró que la mejor respuesta frente a la desinformación sobre el coronavirus es exponer los hechos, en vez de recurrir a la propaganda, en un momento en el que la pandemia da la opción de incrementar su influencia en Europa a potencias como China o Rusia.
«Estamos viendo ejemplos de desinformación y propaganda y no creo que la mejor respuesta a la propaganda sea la propaganda. Creo que la mejor respuesta a la propaganda son los hechos, la verdad», declaró el político noruego durante una rueda de prensa.
Asimismo, destacó que cada vez que se intenta difundir propaganda o desinformación se pone de manifiesto la importancia de la prensa «libre e independiente».
«Necesitamos gente que haga las preguntas difíciles, que comprueben sus historias y fuentes y después transmitan eso al público general. Eso es siempre importante. Pero en muchos modos, la información, la prensa libre e independiente, es quizá incluso más importante en momentos de crisis como los que afrontamos ahora», dijo.
