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24 de abril 2024
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OpiniónManuel Hernández VilletaManuel Hernández Villeta

CORDE y el CEA

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Hay dos instituciones que hace tiempo tenían que ser desmanteladas. Ninguna ha cumplido con su deber de ser guardián del patrimonio nacional. Ni el Consejo Estatal del Azúcar ni la Corporación Dominicana de Empresas Estatales han servido para nada.

Poco importa el escándalo presente, que motiva a que se desmantele a CORDE y se destituya a su administrador. Su función era ser el ojo que se encargara de vigilar que nadie enajenara el patrimonio nacional, y no ha sido así. Trujillo al momento de su muerte era el dueño absoluto de prácticamente todas las empresas y comercios del país.

Lo real era que al momento de su ajusticiamiento todo ese patrimonio pasará al pueblo, y sin embargo fue descuartizado y tirado al ruedo de las avaricias. El fundamento de que el Estado era el dueño de todo, se perdió dando paso a un sector privado que se hizo de bienes y propiedades que pertenecían al país.

Pasó lo mismo con la poderosa industria azucarera dominicana. En un momento el ingenio Río Haina llegó a ser uno de los más grandes del mundo. El ferrocarril de la industria azucarera estatal unía prácticamente a todo el país, y se lo robaron manos que nunca fueron a la justicia.

La industria azucarera estatal tenía la mejor boyada de América Latina, y todo se perdió sin que nadie defendiera el patrimonio nacional. Quiere decir que los ingenios fueron presa de los políticos de turno, de las avaricias desmentidas del sector empresarial, y de los capitales extranjeros que buscaron destruir las factorías locales del dulce, pero haciendo reservas de su cuota en el mercado preferencial de los Estados Unidos.

Hoy como ayer, a nadie le importa a donde va ese patrimonio nacional. Tierras propiedad del Estado se la han robado gente de la más baja extracción social con las ocupaciones ilegales, pero también los cuello blanco la han tomado a su antojo, y nadie ha podido llamarle la atención.

Lo que queda del patrimonio nacional tiene que ser preservado, por los medios que dicte la razón, la seriedad y la honradez. CORDE tenía hace años que ser desmantelada, y el CEA ya debe dejar de existir, porque no cumple ningún papel en la sociedad de hoy.

Por lo pronto si se tiene que crear un mecanismo práctico y sin burocracia para preservar lo que son intereses nacionales que blandamente estaban siendo administrados por dos instituciones que definitivamente tienen que ser sepultadas. !Ay!, se me acabó la tinta.

 

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