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25 de abril 2024
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OpiniónSamuel Sanchez ESamuel Sanchez E

Conservadores y las políticas migratoras  

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La cancelación por parte del Presidente Donald Trump del Programa de Protección Temporal (TPS) que amparaba a los haitianos llegados a Estados Unidos después del terremoto del 2010 y la falta de una acción migratoria que les facilite a nuestros hermanos de la parte oeste de la isla regularizar su situación en Canadá, se han convertido en los argumentos usados punta de lanza de grupos “nacionalistas” dominicanos, que promueven acciones contra los dominicanos de origen haitiano y los trabajadores haitianos que sencillamente buscan sobrevivir en el país.

Lo primero que debemos tomar en cuenta es que el mundo actual se orienta hacia posiciones conservadoras y nacionalistas y que el camino en esa dirección es un alarmante retroceso para la humanidad, pues las heridas que abren estas políticas irresponsables, le tomara a la humanidad, décadas superar.

La administración Trump viene cancelando los TPS de países centro-americanos, programa tan importante como el DACA que protege alrededor de 800 mil jóvenes en todo los Estados Unidos, separando familias a diestra y siniestra, sin que alguien le pueda explicar las consecuencias de estas acciones en niños y niñas que hoy se sienten abandonadas por sus familias y/o en la obligación de ir con sus parientes a un país distinto al que nacieron, solo porque a los puros, a los iluminados, se les ocurrió que no deben vivir en los Estados Unidos.

Pero además, las amenazas veladas o abiertas contra la comunidad inmigrante de parte de la actual administración han generado unos miedos inimaginables hace solo un ano.

La cacería de lo extranjero y el hecho de que el actual inquilino de la casa blanca desate una acción casi irracional contra la comunidad inmigrante (documentada o no) no avala que esa visión del mundo y los otros, sea correcta y no debe servir de ancla para legitimar acciones patrioteras que rayan en lo canallesco, contra trabajadores que son bienvenidos en las sociedades receptoras solo para ofrecerles trabajo con bajos salarios; pero rechazados cuando esos mismos trabajadores reclaman servicios en el país donde dejan sangre, sudor y lágrimas y este razonamiento se aplica en los Estados Unidos, Republica Dominicana y cualquier otro país que recibe mano de obra barata de los países vecinos.

¿Acaso hemos reflexionado a profundidad que significa dividir una frontera con muros? Que significa la separación, con muros entre unos seres humanos y otros? ¿La arrogancia que lleva implícito que un grupo humano se sienta superior a otro y que esa condición superior quiera preservarla separándose de los inferiores y evitando cualquier vinculación que perjudique esa supuesta superioridad? ¿Los proponentes de semejante aberración tienen idea cuanto ha costado llevar a la humanidad a los frágiles niveles de tolerancia que vivimos hoy? ¿Sus limitadas y fronterizas ideas de superioridad han reflexionado mínimamente cuanto nos costara superar los conflictos que semejantes propuestas lleva implícito?

¿Somos culpables los migrantes de movernos de un lado a otro del planeta buscando algún bienestar? Solo tiene libertad de movimiento el capital y sus dueños? ¿Es acaso justo que los dueños de nuestros países reduzcan abusivamente las condiciones materiales de existencia, en complicidad con las corporaciones internacionales, principalmente norteamericanas, que aumenten sus ingresos desproporcionalmente mientras los trabajadores se hunden en la miseria y los “puros” solo condenen a quienes no se dejan matar de hambre?

¿Saben los “puros” que significa abandonar la zona de confort de la tierra propia para pasar vergüenza en una tierra en la cual diariamente algunos acomplejados te recuerdan que esa no es tu tierra? ¿Se imaginan estos sujetos la carga de derrota que implica buscar trabajo y algún bienestar, en un lugar donde te asumen inferior?

¿Son superiores a los extranjeros, aquellos que insisten que la construcción del muro en la frontera sur de los Estados Unidos? ¿Y qué decir de los dominicanos que diariamente reclaman un muro en la frontera con Haití?

El avance de las corrientes conservadoras a nivel planetario es un desafío serio para la sociedad en general y las fuerzas progresistas en particular.

No nos dejemos engañar, el problema de la humanidad hoy, no es fronterizo, es de generación de empleos decentes y de calidad. Nadie con condiciones aceptables de vida abandona su tierra. La lucha de los trabajadores es hoy más que nunca, por trabajos dignos.

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