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19 de abril 2024
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OpiniónAlcides Pimentel PaulinoAlcides Pimentel Paulino

Conferencias millonarias

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La importancia del conocimiento es innegable en nuestra sociedad globalizada. Y dentro de la sociedad de la información, las conferencias representan el «summum» en el intercambio de dichos conocimientos en nuestra aldea global. Sin embargo algo no termina de encajar en el universo de las conferencias, y me refiero al caché de algunos conferenciantes, en relación a la información de relevancia que aportan a los asistentes, y a la opinión pública en general.

 

El término conferencia tiene varios significados. Para este articulo, solo nos interezan dos. Aquella definición que dice, que se trata de «una exposición oral, ante un público, sobre un determinado tema de carácter didáctico o doctrinal». Y otra, que dice que «se trata de una reunión de representantes de una agrupación determinada para tratar asuntos importantes de su competencia». Se sobreentiende que los oradores son expertos o especialistas en una materia determinada.

 

Dentro de las conferencias, nos encontramos con los congresos, las disertaciones y las conferencias de prensa o ruedas de prensa. En las conferencias se pueden producir confrontaciones de ideas. En algunas se admiten preguntas. En ocasiones, a los conferenciantes se les llama ponentes, y al público asistente, oponentes o asistentes. Algunas conferencias se repiten regularmente; y son conocidas como «conferencias permanentes«. Cuando el conferenciante es un «crack» en su materia, se le llama «Conferencia magistral«. Los origenes de las conferencias se encuentran en la mayéutica y en la enseñanza universitaria. Es frecuente que las conferencias queden grabadas, en audio o en vídeo. Cuando el especialista expone lo que conoce sobre un tema en una conferencia importante, su caché y su prestigo aumentan. La mayoría de las conferencias internacionales están relacionadas con la política, la economía, la salud, el deporte, el cine y el medio ambiente. Las declaraciones o resoluciones se suelen establecer por consenso.

 

Los conferenciantes más cotizados a nivel internacional son: Donald Trump, Bill Clinton (expresidente EE.UU.), Theo Jansen (Ingeniero), Uri Levine (Experto en Innovación y experimento), Felipe Calderón (expresidente de México 2006-2012), Joseph Stiglitz (Premio Nobel de Economía 2001), Glenda Umaña (Periodista y  presentadora de CNN en español, 1997-2014), Steve Wozniak (Co Fundador de Apple),Tim Geithner (Banquero y ex secretario del Tesoro de Estados Unidos), Stephen Hawkins (Astrofísico), Steve Jobs (Cofundador de Apple), James Watson (Biólogo), Sergei Brin (Co fundador de Google), Larry Page (Co fundador de Google) y Bono (U2). 

 

El récord en las conferencias millonarias lo tiene el actual presidente estadounidense, Donald Trump, quien cobró por un discurso sobre inmobiliaria más de 1.000.000 de dólares en el 2006 en las escuelas Learning Annex. Resultó llamativo que Trump apareciera con posterioridad en 17 seminarios y recibiera un total de 25,5 millones de dólares. Dicursos (incluyendo preguntas) de poco más de una hora. De media, Trump no cobra menos de 937.000 euros por discurso. Wangda Group, una multinacional china, le pagó en el 2007, medio millón de dólares por un discurso sobre construcción de lujo.

 

El expresidente Bill Clinton estaba, casi en la bancarrota, al abandonar la Casa Blanca. Entre el 2001 y el 2013, las 542 conferencias que pronunció, el bueno de Bill, le permitieron ingresar más de 104,9 millones de dólares, unos 77 millones de euros. Llama la atención que la mayor parte de sus ingresos, 56 millones de dólares, los haya conseguido en conferencias en el extranjero, principalmente en China, Japón, Canadá y Reino Unido. Su caché está en unos 125.000 euros por discurso. Y el de su esposa, Hillary, está en 146.000 euros, aunque las suyas son menos numerosas. El exalcalde de Nueva York, Rudolph Giuliani llegó a cobrar 270.000 euros por conferencia. Alan Greenspan, expresidente de la Reserva Federal estadounidense, tiene un caché de 183.000 euros. Tim Geithner, exsecretario de Estado de EE.UU. cobró 400.000 euros por tres conferencias. El millonario Richard Branson cobró por un discurso 62.500 euros. El exprimer ministro británico, Tony Blair, cobra unos 196.000 euros por conferencia. Incluso, Barack Obama, que criticó tanto al sector financiero, cobrará por una conferencia prevista para septiembre sobre sanidad, organizada por Cantor Fitzgerald, uno de los bancos de inversión de Wall Street, la cifra de 400.000 dólares. Y además, Obama y Michelle, cobrarán unos 60 millones de dólares por publicar sus memorias en el gobierno.

 

Los conferenciantes españoles más cotizados son: José María Aznar (Expresidente español y abogado), Ferrán Adrià (Cocinero), David Meca (Nadador prefesional), Elsa Punset (Filósofa y escritora), Fermín Cacho (ex atleta Olímpico), Irene Villa (Periodista y psicóloga), Jesús Calleja (Alpinista), José María Gay de Liébana (Economista), Josef Ajram (experto en economía y deportista), Leopoldo Abadía (Analista económico y profesor), Lluís Soldevila (Profesor de ESADE Business), Manuel Campo Vidal (Periodista), Mario Alonso Puig (Cirujano), Pedro García Aguado ( Ex Waterpolista y coaching) y Xavier Sala i Martín (Economista).

 

TED (Technology, Entertaiment, Design) es una organización en donde se concentra lo más selecto del conocimiento humano a través de las conferencias. Analizan y clasifican las mejores conferencias a nivel internacional. El TED organiza un congreso anual sobre los temas de actualidad más interesantes. En él, podemos encontrar a conferenciantes del presente y del pasado. Los asistentes a las conferencias TED deben pagar una «membresía» anual de 6.000 dólares. El Sr. Ken Robinson con 13 millones de visitas es el más visto. Robinson asegura que la educación actual mata la creatividad. La tercera conferencia más visualizada es «el emocionante potencial del sexto sentido» de Pranav Mistry.

 

El que fuera vicepresidente demócrata con Bill Clinton y aspirante a la Casa Blanca en el 2000, Al Gore, se hizo mucho más famoso con un documental, llamado: «An Inconvenient Truth» (Una verdad incómoda). Se trataba de un documental sobre el cambio climático y las consecuencias negativas del calentamiento global. Él, no predicaba con el ejemplo. Gore pagaba en su casa-mansión de Nashville (Tennesse), solo de electricidad, unos 24.600 euros al año. Se trataba de una pequeña casa de 930m2 con 20 habitaciones, ocho baños y una vivienda anexa para invitados. Por si esto fuera poco, también tenía faroles de gas en el jardín, una piscina climatizada y una puerta eléctrica. Un falso ecologista al que solo le interesaban sus ingresos económicos. En Tenerife, le llegaron a pagar 480.000 euros por dos conferencias. Su fachada de «verde» no engañaba a los más informados. A pesar de ello, se llevó un Oscar por su documental. Toda esa historia hacía pensar en el cuento del Lobo y la Caperucita. Se trataba de ganar dinero mintiendo a los incultos y mal informados. Una estrategia que conecta con la falsa moral que caracteriza nuestro tiempo sometida al yugo de lo políticamente correcto.

 

El motivo por el que muchos asistentes pagan cantidades desorbitadas es muy variado. En algunos casos, se trata de millonarios con dinero de sobra. En otros, prima el contacto directo con el personaje importante. En algunos, el chovinismo del momento histórico. Poder contar algún dia que se estaba presente en ese momento. ¿Aportan alguna información relevante a los asistentes estos conferenciantes? No.

 

Dentro de las conferencias más famosas, se encuentran la Conferencia de Madrid (1993) sobre la paz en Oriente Medio y el conflicto Palestino-israelí. La Conferencia de Yalta (1945), la Conferencia de Kyoto (1997), las de Rio (1992 y 2012), la de Roma (1968), Copenhague (2009) y Johannesburgo (2002).

 

Para muchos políticos, el incremento de sus ingresos con las conferencias es una opción más. Algunos, no las necesitan para tener un buen nivel de vida. España, Austria y Noruega son los tres países de la OCDE que indemnizan a los principales miembros del Gobierno cuando abandonan sus puestos. «Pensiones vitalicias» para sus expresidentes y exministros, algo excepcional en el resto de Europa. Portugal e Israel, también les dan algun tipo de remuneración. La idea principal es evitar un conflicto de intereses si estos pasan a las empresas privadas al abandonar el cargo. Algo que no ocurre en la realidad. J.M. Aznar fue asesor de News Corporation y Endesa. Aznar es además, presidente de la división para América Latina de J.E. Robert, una empresa de grandes operaciones inmobiliarias en Estados Unidos y Europa. También fue asesor del Comité de Centaurus Capital, una firma de capital riesgo. Endesa le pagaba unos 200.000 euros anuales. Y para no aburrirse, también era presidente de FAES. En News, una empresa de Rupert Murdoch, Aznar cobra unos 133.000 euros al año. «Jose Mari» cobra entre 60.000 y 90.000 euros por conferencias. Sus memorias en la editorial Planeta le reportaron 600.000 euros.

 

Felipe González abandonó Gas Natural-Fenosa quizás por remordimientos. Solo en el ejercicio del 2014, esta empresa le pagó 127.000 euros. Es además, asesor del multimillonario Carlos Slim. La incorporación de J.L.R. Zapatero por el Institute for Cultural Diplomacy (ICD), obligó al expresidente a renunciar a su puesto en el Consejo de Estado, y por tanto a su sueldo de 99.675 euros. Lo interesante es que Zapatero, el peor presidente de la democracia española, puede volver a solicitar de nuevo su pensión vitalicia. La paradoja es que estos expresidentes cobran más que el presidente en funciones. Mariano Rajoy cobra 78.185 euros al año.

 

Felipe González (1982-1996), Jose Maria Aznar (1996-2004) y José Luís Rodríguez Zapatero (2004-2011) tienen derecho a una pensión vitalicia de 6.660 euros al mes, chófer, escolta, oficina y otros privilegios. La pensión media es de unos 80.000 euros anuales. Si ingresan en el Consejo de Estado, se embolsan otros 100.000 euros más al año, siempre y cuando no se dediquen a las empresas privadas. Algo similar ocurre con los exministros y los expresidentes de las Comunidades Autónomas. No es una casualidad que el expresident Jordi Pujol, poco antes de retirarse en el 2003, dictara una ley de los expresidentes de la Generalitat que le proporcionaba un sueldo vitalicio, un despacho céntrico, chófer, secretario/a, asistente, coche oficial y seguridad.

 

La pensión de 84.418 euros brutos al año, la siguen reciviendo sus esposas en caso de fallecimiento del marido. La última reforma establece que pueden perderla en caso de condena penal firme o si una mayoría cualificada de dos terceras partes del pleno del Parlament lo considera necesario.

 

Durante el siglo XX, las conferencias han evolucionado al ritmo de la tecnología. Hemos pasado de las clásicas pizarras a diapositivas, retroproyectores y videoproyectores. Las videoconferencias son la última generación, ya que permiten intervenciones a distancia ahorrando tiempo y dinero.

 

Las conferencias son importantes en nuestros dias, pero tienen un lado oscuro llamativo. Cuando tanto ponentes como invitados pagan tanto dinero por las confenecias, el asunto se convierte en sospechoso. La relación entre el beneficio que obtendrán los asistentes y los invitados a las conferencias hace sospechar que se trata de pagos encubiertos de favores pasados o de evasión fiscal de otros negocios turbios. Las conferencias dejan más interrogantes que respuestas. ¿Dicen los ponentes lo que realmente piensan o  dicen lo que los contratantes quieren escuchar? Muchos conferenciantes cuentan sus experiencias personales o su trayectoria vital. Esto hace que se haga difícil tomarlos como ejemplos a seguir, ya que cada persona es un mundo y sus circuntancias son diferentes.

 

Ser el primero en realizar algo es un arma de doble filo. Puede motivarte a realizar la hazaña, pero también le puede restar interés. Fijarse objetivos o retos nuevos está muy ligado a la personalidad. Mucha gente tira la toalla a la primera de cambio. En algunos casos los conferenciantes pueden motivarte, pero en otros realzan su propio ego. En el caso de los deportistas famosos, se olvida con frecuencia que «querer no es poder«. Existe en las personas una parte genética importante que se tiene o no se tiene.

 

Tengo la convicción de que la gran mayoría de las conferencias millonarias que se realizan en el mundo, son en realidad, tapaderas o corrupción encubierta por favores pasados.

 

 

 

 

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