EL NUEVO DIARIO, NUEVA YORK._ El ex agente dominicano de bienes raíces en el pueblo de Hazleton en Pensilvania, Ignacio Beato, culpable de estafar a docenas con más de $700.000 dólares, fue sentenciado ayer jueves en la Corte Federal a cuatro años y tres meses en la cárcel. También tendrá que devolver $65.000 dólares en restitución a las víctimas.
Beato, quien huyó fuera del estado, fue capturado y extraditado el año pasado a Hazleton, se declaró culpable en mayo de este año.
Unas 20 víctimas firmaron denuncias en la fiscalía acusando a Beato de haberles robado millares de dólares, cuando el sentenciado les ofrecía casas y apartamentos fantasmas o cuyos títulos estaban a nombre de otras personas.
En uno de los casos, tumbó a Félix Cabrera (que no es el empresario artístico), vendiéndole una casa, pero cuando la estaba ocupando apareció el propietario real y fue desalojado con la esposa y los hijos.
Cabrera le dijo a un medio local en Hazleton que él perdona a Beato.
Cabrera acudió a la corte federal en el centro de Scranton, para asegurarse de la condena a Beato.
«De todo el dinero que le di, todavía no he recibido un centavo», dijo Cabrera.
Dijo que entregó $ 32,000 a Beato por una casa en Hazleton que no estaba a la venta.
«Yo lo perdono, aunque no lo merezca», dijo Cabrera.
Los fiscales dicen que Beato se embolsilló $750.000 dólares al vender fraudulentamente 33 viviendas en el área de Hazleton.
Pero la fiscalía dijo que muchas de las víctimas no pudieron ser localizadas porque muchas de ellas abandonaron el área o el país.
Hace dos años cuando los crímenes de Beato salieron a la luz, este ex candidato para el ayuntamiento de Hazleton huyó de los Estados Unidos a la República Dominicana, fue capturado en Florida, cuando regresaba.
En la corte, el juez calificó a Beato como un estafador profesional, antes de sentenciarlo a los 51 meses en una prisión federal.
«Estaba destrozado una vez, pero ahora me he recuperado, mi mente está ahora tranquila, lo que él me hizo no debería haberlo hecho y ahora está pagando las consecuencias», dijo Cabrera.
Añadió que recientemente compró una casa en el condado Monroe y todavía espera ser recompensado por la estafa con la residencia en Hazleton que pagó y arregló, pero nunca fue legalmente de su propiedad.
