No somos dados a la planificación. Nuestra dinámica está para el día a día, tal como opera en gran medida la sociedad dominicana. Nos resistimos a mirar al mediano y largo plazo.
El tema electoral está sobre la mesa, pero parecería que nadie quisiera pensar en la situación más extrema que se pudiera presentar en el orden constitucional.
Poco a poco nos convencimos de que las condiciones para las elecciones del 17 de mayo peligran y ya los partidos comienzan a considerar fechas para la posposición de las mismas. Se habla de julio como el mes antes del 16 de agosto en que se produce la toma de posesión.
Nadie ha querido pensar en que pudiéramos llegar a esta fecha sin nuevas autoridades. Y cómo abordar el tema.