Del total de desplazados, 504 se encuentran en casas de amigos o familiares y 372 están alojados en albergues, como consecuencia de los daños sufridos en las 799 viviendas que aún están afectadas.
Además, 28 comunidades permanecen incomunicadas, y hay 56 acueductos afectados, de los cuales 53 están totalmente fuera de servicio y 3 parcialmente, afectando 1.441.490 usuarios, según datos proporcionados por el Instituto Nacional de Aguas Potables y Alcantarillados (Inapa).
La Oficina Nacional de Meteorología informó que se mantiene el aviso de inundaciones repentinas o graduales en las regiones del noreste, suroeste, sureste y la vertiente sur de la cordillera Central dado que persisten algunos efectos del paso del huracán.
A pesar de la distancia del fenómeno, que se encuentra sobre la costa norte de Cuba en dirección a la Florida, Estados Unidos, el país seguirá recibiendo aguaceros locales, tronadas y ráfagas de viento aisladas en las zonas citadas como consecuencia del viento del sur/sureste generado indirectamente por la circulación del fenómeno, aunque el tiempo continúa mejorando.
El oleaje estará deteriorándose aún más a partir de esta tarde en la costa Atlántica dominicana, donde se esperan olas de entre 8 y 10 pies de altura, y podrían presentarse algunas ráfagas de viento, por lo que se recomienda a los operadores de embarcaciones frágiles, pequeñas y medianas que permanezcan en puerto.
A las 08.00 hora local (12.00 GMT), el ojo de Irma se ubicaba a 135 kilómetros al este de Caibarién (centro de Cuba) y a 440 al sur-sureste de Miami, según informó el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos.
Se espera que Irma gire hacia el noroeste a final del día, de forma que el ojo del huracán se movería cerca de la costa norte Cuba a lo largo del día de hoy, llegaría a los Cayos de Florida el domingo por la mañana y luego la costa suroeste de esta península en la tarde de mañana domingo.
Irma, el huracán más poderoso registrado en el Atlántico y que actualmente está en categoría 3, ha dejado al menos 18 muertos a su paso por las Antillas Menores y Puerto Rico y ha destruido la isla de Barbuda y la parte francesa de San Martín.