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19 de abril 2024
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Cinco meses sin gobierno en Marruecos y negociaciones en callejón sin salida

Cinco meses sin gobierno en Marruecos y negociaciones en callejón sin salida
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EL NUEVO DIARIO, MARRUECOS.- Marruecos cumple hoy cinco meses sin gobierno, y el presidente de Ejecutivo electo, el islamista Abdelilah Benkirán, parece encontrarse en un callejón sin salida debido a profundos desacuerdos políticos con sus eventuales socios.

Benkirán fue nombrado por el rey Mohamed VI para un segundo mandato después de que su formación, el Partido Justicia y Desarrollo (PJD), haya ganado las elecciones legislativas del pasado 7 de octubre con 125 escaños de un total de 395.

Hasta el día de hoy, el nuevo presidente de Gobierno no ha podido encontrar aliados que le permitan obtener una mayoría absoluta (198 escaños) para gobernar.

Una misión que muchos califican de "imposible" y que llevó recientemente a Benkirán declarar que espera la vuelta del monarca (que se encuentra actualmente en Costa de Marfil) para informarle sobre el resultado baldío de sus negociaciones.

Benkirán propone formar la misma coalición gubernamental anterior compuesta por el ex comunista Partido Progreso y Socialismo (PPS) que obtuvo 12 escaños en las últimas elecciones, los partidos centristas Movimiento Popular (MP, 27 escaños) y el Reagrupamiento Nacional de Independientes (RNI, 37 escaños).

Pero la visión del presidente de Gobierno se enfrenta con la oposición frontal del líder del RNI, Aziz Ajanuch, empresario multimillonario, ministro de Agricultura y amigo personal del rey que se ha convertido últimamente en una figura clave que hace contrapeso a Benkirán: Ajanuch exige incluir en la coalición gubernamental a otros dos partidos con el argumento de que desea una mayoría estable.

El "nudo gordiano" es la Unión Socialista de Fuerzas Populares (USFP), el partido socialista que solo consiguió 20 escaños y que Ajanuch insiste en incluir ante el rechazo categórico de Benkirán, que según los observadores, no quiere aceptar las condiciones de Aajanuch porque esto supondría dar una señal de debilidad y pérdida de peso político ante otras formaciones.

Los dos líderes, que llevan meses enrocados en sus posturas, han vuelto a reafirmarlas el pasado fin de semana, dando la impresión de que no hay el menor viso de acuerdo.

El bloqueo gubernamental aparentemente no parece haber afectado la vida política e institucional del país, y muy especialmente a la política exterior -dominio reservado al monarca- puesto que no tuvo ningún efecto sobre el retorno de Marruecos el pasado enero a la Unión Africana (UA).

Tampoco tiene influencia en los últimos acontecimientos en el Sahara Occidental, con la reciente retirada del Ejército marroquí de la disputada zona de Guerguerat.

Sin embargo, el politólogo marroquí Omar Cherqaui alertó, en declaraciones a Efe, sobre "la parálisis" en la que se encuentra el Parlamento y las inversiones económicas desde el pasado octubre.

Otros observadores han subrayado que este bloqueo también tiene un coste en el proceso democrático en el país magrebí, siempre "en construcción" y nunca completado.

"Cinco meses de espera hacen triunfar la idea que la democracia no es necesariamente algo bueno. Las herramientas de las que dispone Marruecos para el ejercicio democrático, principalmente las elecciones, no son respetadas", lamentó Aicha Akalay directora de publicación del semanario "Telquel".

En su último informe sobre Marruecos, el Centro Árabe de Investigación y Estudios Políticos, con sede en Catar, atribuyó la situación actual a "una orientación en los círculos de toma de decisión (eufemismo por el Palacio) que quieren impedir al PJD formar un nuevo ejecutivo", lo que según el centro sitúa el país en una "estado de parálisis".

Y para salir de este "punto muerto", el centro vaticina varios escenarios -puesto que la Constitución de 2011 no prevé disposiciones a este respecto- como la dimisión de Benkirán y la organización de nuevas elecciones aunque prevale la opción de que se alcance un nuevo acuerdo entre Benkirán y la monarquía.

"Las dos partes (Benkirán y la monarquía) se necesitan, sobre todo en este momento en la que Marruecos inició una nueva etapa de apertura hacia África en busca de una solución a la cuestión del Sahara a través de una diplomacia regional y continental efectiva", precisó el centro.

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