EL NUEVO DIARIO, PRAGA, EFE.- El Gobierno checo mantuvo hoy su negativa a las cuotas de refugiados, al considerar este acuerdo de la Unión Europea (UE) un incentivo a la inmigración ilegal, y quitó importancia al procedimiento de infracción de la Comisión Europea.
«El sistema de redistribución es una oferta para la migración ilegal», dijo hoy en Praga el primer ministro checo, Bohuslav Sobotka, durante su intervención en un simposio.
«Estamos preparados para defender la posición de la República Checa y espero que tendremos éxito», añadió Sobotka, cuyo país anunció la semana pasada que no aceptará ninguno de los 2.600 refugiados de Italia y Grecia que le fueron asignados por el sistema de cuotas obligatorias.
El Ejecutivo de coalición checo, que argumentó hace días su negativa por la situación de inseguridad que atraviesa la UE tras los atentados de Reino Unido, solo ha acogido a 12 refugiados por este acuerdo comunitario, nacido en 2015 y que vence en septiembre de 2017.
Sobotka señaló hoy además que no cree en una «amenaza de sanción» por el hecho de no respetar esas cuotas.
El ministro checo del Interior, Milan Chovanec, señaló que penalizar a los socios comunitarios por este motivo afectará de forma negativa a la imagen de la Unión Europea en la República Checa.
«Tengo todavía la confianza de que la UE no va a castigar de forma selectiva a los países que apuntaron al sinsentido que son las cuotas, porque sería un camino al infierno, y socavaría de manera catastrófica la confianza de la gente de la República Checa en la UE«, aseguró Chovanec.
Al igual que la República Checa, tampoco Hungría y Polonia han querido secundar esta política comunitaria para recibir solicitantes de asilo llegados a Grecia e Italia.
