EL NUEVO DIARIO, SÍDNEY.- Cerca del 71 por ciento de australianos ha sido víctima de acoso sexual alguna vez en su vida y una de cada tres personas lo ha padecido en su centro de trabajo durante los últimos cinco años, según un informe publicado este martes.
La comisionada contra la Discriminación Sexual, Kate Jenkins, indicó que el agresor es generalmente un hombre y que «en muchos casos (la agresión) se prolonga por largo tiempo», en el estudio elaborado por la Comisión de Derechos Humanos de Australia.
Las principales formas de acoso sexual recogidas en el estudio incluyen desde bromas y comentarios sexuales, el contacto físico inapropiado y la violación.
Un 23 por ciento de las mujeres ha sido víctima de un intento o un acto de violación o asalto sexual en su vida, según el informe, que eleva al 89 por ciento el porcentaje de mujeres que han sufrido algún tipo de acoso.
El estudio también revela que más del 85 por ciento de mujeres y el 56 por ciento de hombres menores de 15 años aseguraron haber sido acosados sexualmente al menos una vez.
La tasa de acoso sexual es mayor entre las personas entre 18 y 29 años, de acuerdo con este estudio, que también da cuenta de que los indígenas australianos son los más vulnerables a estas agresiones.
El estudio añade que han sido víctimas de acoso sexual un 83 por ciento de los homosexuales y un 90 por ciento de los bisexuales frente al 70 por ciento de los heterosexuales, mientras que también lo han sido el 68 por ciento de los hombres discapacitados.
La investigación indica que el 64 por ciento de los casos de acoso sexual en los centros de trabajo el agresor es una sola persona y generalmente es un compañero de trabajo que tiene el mismo rango que la víctima.
Jenkins recalcó que la tasa de acoso laboral es «particularmente alta en las industrias de la información, los medios de comunicación y las telecomunicaciones».
Un 19 por ciento de los trabajadores que denunciaron el acoso sexual en su centro de trabajo fueron tachados de busca problemas, otro 18 por ciento fue aislado o ignorado y un 17 por ciento renunció a su empleo, mientras que en un 19 por ciento de los casos el agresor quedó impune.
