EL NUEVO DIARIO, NUEVA YORK.-Miles de perros adorables, valientes, leales y con buen vestuario llegaron a Tompkins Square Park para celebrar ayer su desfile anual de Halloween.
Agrega al menos tres veces más personas que manejan y espectadores humanos a ese total, y no solo el nuevo recinto de la amada tradición no pudo acomodar a las multitudes (cientos de personas fueron literalmente rechazadas en la entrada), sino que el conjunto el parque rebosaba de ternura canina y actividad frisky.
Había muchos de los disfraces de perros habituales en exhibición: langostas, tacos, arañas además de varios números novedosos comprados en la tienda que tienen «brazos» colgantes (los operadores de UPS, Popeyes y Baristas fueron ejemplos particularmente prevalentes de esta última categoría para alguna razón).
Hubo muchos papas también. Y Pennywise, el malvado Payaso, visto con Georgie o sin él, no mostró signos de renunciar al título del traje más popular que no existía el año pasado.Los mejores trajes, por supuesto, eran los caseros, con sus perros a menudo empujados por el parque en carros o carrozas elaboradamente decorados.
El Tropical Fish (completo con acuario), el autobús de turistas de French Bulldog Tourists, los deliciosos toscos Spaghetti and Meatballs, el Oscar the Grouch, el King Tut, el DIU, fueron excelentes. Fue una diversión dulce y ridícula, pero el mundo real se entrometió en ocasiones, en la forma de varios perros Trump (la versión del Alivio de Huracanes era algo inteligente) y un disfraz del grupo A Handmaid’s Tail / # MeToo group.
