EL NUEVO DIARIO, LONDRES (AP) — Los planes de la primera ministra Theresa May de sacar al Reino Unido de la Unión Europea se toparon con más oposición el martes cuando la Cámara de los Lores aprobó cambios legislativos que limitan la capacidad de maniobra del gobierno en las negociaciones de separación.
La cámara alta del Parlamento votó a favor de una iniciativa de ley que autoriza el inicio de las negociaciones de salida de la UE, pero con una enmienda que exige que los legisladores, y no sólo el gobierno, aprueben el acuerdo de salida de Gran Bretaña con la Unión Europea.
La votación aprobatoria por 366-268 es un dolor de cabeza para el gobierno, pero no una barricada. El proyecto de ley regresa ahora a la Cámara de los Comunes, la cual puede —y probablemente lo hará— anular el cambio la próxima semana.
El Partido Conservador de May tiene mayoría en la cámara baja, pero no en la alta.
La Cámara de los Lores insertó otro cambio en la iniciativa la semana pasada, en el que prometió que los ciudadanos de la UE que viven en Gran Bretaña pueden permanecer en la nación después que el Reino Unido abandone el bloque. Este cambio también es probable que sea revertido.
David Davis, secretario encargado del Brexit, acusó a algunos miembros de la cámara alta de tratar de frustrar las intenciones del gobierno de "negociar una nueva asociación con la UE" después del referéndum nacional del año pasado en el cual los ciudadanos del Reino Unido votaron por una pequeña mayoría a favor de abandonar el bloque.
"Ahora nosotros tenemos en la mira revocar estas enmiendas en la Cámara de los Comunes", señaló.
May ha prometido que el Parlamento tendrá un voto en los términos de salida del Reino Unido de la UE, pero sólo en los términos de "lo toman o lo dejan". Si lo legisladores rechazan el acuerdo que ella logre, el Reino Unido podría salir a traspiés de la Unión Europea sin ningún acuerdo firmado. Eso no es suficiente para muchos legisladores a favor de la integración europea.
Michael Heseltine, un ex ministro conservador de gabinete, dijo que el Reino Unido enfrenta "la decisión en tiempos de paz más transcendental de nuestro tiempo".
