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23 de abril 2024
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3 min de lectura Una mirada al pasado

Bosch y su decisión de fundar el PLD, hace 48 años

Bosch y su decisión de fundar el PLD, hace 48 años
Bosch fue cofundador del PRD, partido que abandonó en 1973 para fundar el PLD.
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Esta fecha es más que especial para el PLD: no solo marca su simiente histórica sino también la ruptura con el antiguo Partido Revolucionario Dominicano (PRD). En 1973, hace 48 años, Bosch anunció su salida del PRD y unas semanas después -el 15 de diciembre- fundó al PLD. Así, el partido blanco parió al partido morado, y la estrella amarilla salió del jacho -y lo apagó.

He dicho que la madre perredeísta alumbró al hijo morado. Claro, el PLD había nacido antes de nacer: se había incubado en el vientre del PRD, hasta que fue abortado en 1973. Antes de abandonar al PRD, el profesor Bosch había creado un círculo de discípulos íntimos y la revista «Política: teoría y acción». Estos métodos de trabajo y organización partidaria fueron llevados al PLD, que se apoderó también de la sede del PRD, en la Cervantes con Independencia.

Según Kabito Gautreaux Piñeyro, Bosch reunió en la casa de Franklin Almeyda a sus adeptos más estrechos y, sacando un papelito, les dijo: «Ya tengo el nombre del partido. Se va a llamar Partido de la Liberación Dominicana, PLD, que suena a PRD».

Los acólitos del maestro lo acompañaron en la nueva aventura, y juntos crearon «Un Partido Nuevo en América». En el lanzamiento oficial del PLD, aquel 15 de diciembre de 1973, Bosch anunció que esa organización nacía para completar la obra revolucionaria del patricio Juan Pablo Duarte, Fundador de la República.

Los ideales peledeístas abrazaron la liberación nacional como su misión histórica, cuyo cometido más puro era la redención del pueblo infeliz y sufrido. La liberación sería redención, libertad y justicia social. Así, la ideología prístina del PLD era de corte liberal, con tintes de centro izquierda y nacionalismo.

Claro, el pensamiento político de Bosch había sufrido cambios, tomando otro giro y ganando otras alas. En la Cuba de 1939 el maestro había sido co-fundador del PRD. Allí nacería otra vez, después de conocer y estudiar la obra maestra del gran educador Eugenio María de Hostos. Además incursionó en política activa, asumiendo compromisos más comprometedores. Él solo quería dedicarse a las letras, ámbito donde había dado sus primeros frutos, de «Camino real» a otros cuentos exquisitos. Las circunstancias lo forzaron. En 1934, fue encarcelado en Nigua acusado de conspirar contra el régimen trujillista. En la mazmorra enfermó y estuvo a punto de morir. Salió, capituló y le sirvió al trujillato, volviéndose un pregonero entusiasta del Jefe.

Regresa en 1961, tras casi medio siglo de ausencia. El Bosch que retorna es un veterano del Caribe, curtido en las luchas candentes de la política tropical. Además, había sido propagandista del PRD y había sido uno de los organizadores de la frustrada expedición de Cayo Confite, en Cuba. De inmediato, predica la libertad y el lenguaje franco de la democracia, muestra sapiencia popular y educa al pueblo irredento. Organiza al PRD, aglutina a las masas, siembra la semilla de la libertad, después de muerto el tirano.

Su gobierno fue un laberinto breve, de apenas siete meses. La experiencia fue traumática para él: lo destronaron, lo patearon y lo mandaron al crudo exilio. El humillado maestro fue a parar a Puerto Rico, y en 1965 vio a su patria desangrada en guerra y muerte. Bosch condenó y vituperó a Estados Unidos por su derrocamiento, y giró hacia la izquierda, estudiando marxismo y rebelándose contra los dictados de la potencia norteamericana. Era nacionalista genuino, erguido sobre su dignidad política y moral.

Ese es el Bosch que fundó al PLD. Después de un largo batallar por la libertad, murió en 2001. Ahora es la gran figura del museo moral de la República.-

Resumen diario de noticias

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