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25 de abril 2024
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OpiniónRolando RoblesRolando Robles

Black Lives Matters (La vida de los negros si importa)

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La discriminación racial o “racismo” puro y simple, es una manifestación primaria de un fenómeno de más trascendencia y complejidad, que es la “discriminación social”. De hecho, la esclavitud como forma de sumisión del hombre contra el hombre, no empieza con la captura, opresión y venta de los negros africanos por parte de los colonizadores blancos europeos.

Desde siempre, los pueblos que perdían la guerra eran sometidos a la esclavitud y probablemente, no faltaríamos a la verdad si decimos que ha habido mas esclavos blancos que negros en la historia de la humanidad; como tampoco erramos al afirmar que, los blancos esclavizaron a los blancos y los negros a los negros. De esta realidad podemos inferir que, la discriminación, antes que racial es social.

Este introito viene a cuento porque me interesa examinar la inequidad que padecemos los negros, mulatos, criollos, mestizos, sambos, moriscos, etc.. y las infinitas denominaciones que resultan del apareamiento -forzado o libre- entre personas de diferentes etnias, pero que inexplicablemente insistimos en llamar “mezcla racial”, cuando en realidad el género humano es una raza única.

Entre discriminados y discriminadores, por lo general, hay diferencias muy notables, aunque, con la práctica continua por generaciones, buena parte de los discriminados se convierten a su vez en discriminadores. Esto es a resultas de asimilar como parte de su cultura, el ejercicio de la exclusión que, en principio, era sólo una acción común, corriente y hasta legal, pero nunca legítima.

Esa población de “blancos pobres”, sometidos a las mismas penurias que los negros y mulatos -por su origen social- son la prueba mas fehaciente de que lo que empezó como una relación de poder, digamos, la esclavitud

del siglo XVII, se transforma en un estilo de vida -un rasgo cultural- con el paso del tiempo. Pero, ya la esclavitud, como tal, es una figura del pasado. Sin embargo, generó otras formas de exclusión a manera de secuela.

Hagamos ahora una abstracción. Imaginemos, sólo imaginemos, que el incidente del billete falso que se le atribuye a George Floyd le hubiera sucedido a una “personalidad” de tez negra, ¿el resultado sería igual? El troglodita Derek Chauvin ¿lo habría asesinado igualmente?, pero aún más, ¿habrían actuado de la misma manera los tres policías novatos?

Hasta este punto, sólo hemos enunciado los hechos. Pasemos a ahora a tratar de valorarlos, a la luz del escenario que tenemos en la actualidad. Hay ciertos acontecimientos que han sido manejados con poco tacto por el liderazgo nuestro. Que, aunque bien intencionados, al final han devenido en actuar como retranca, del movimiento reivindicativo contra las injusticias sociales.

En esta entrega me limitaré a enunciar algunos de los entuertos que creo han afectado la lucha democrática por la igualdad de todos, al margen de la etnia que representen. Mas adelante y por separado, le dedicaré tiempo y espacio para desmenuzarlos; claro, siempre cuento con la acostumbrada cooperación de ustedes mis lectores.

  • Las luchas de las minorías solamente tienen éxito cuando se consigue cautivar a las mayorías y ponerlas de nuestro lado. Un ejemplo al canto: el conglomerado LGTB, ha logrado avances significativos por su unidad y tesón; pero, ha sido con el apoyo de los heterosexuales, que somos la inmensa mayoría de la población y admitimos la injusticia del sesgo de la sociedad contra ellos.
  • El concepto de “afroamericano”, que tanto usamos y explicamos; mas que una justa demostración de orgullo por nuestras raíces, constituye un baldón para nuestra inserción en la sociedad global, porque nos auto segrega. Los Padres Fundadores de esta nación, nunca apelaron a su origen nacional. George Hamilton jamás habló a su origen británico- galo-escoces. Él sencillamente se consideró “americano”. Lo mismo aplica para los otros Padres, que se desprendieron del linaje europeo de sus ancestros. Los negros, por tanto, debíamos ser simplemente “americanos”.
  • El título de este trabajo, aunque refleja el esfuerzo y voluntad política de tres brillantes negras americanas: Opal Tometi, Alicia Garza y Patrisse Cullors, pudiera ser más impactante si habláramos de “People Lives Matter” (La vida de la gente si importa) porque reflejaría los cientos de personas no-negras, muertas a manos de la Policía norteamericana en los últimos cinco años. Estadísticamente, sólo el 24% de los caídos a manos de la Policía es de “raza” negra.

¡Vivimos, seguiremos disparando!

POR ROLANDO ROBLES

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